El que fuera jefe negociador de paz del Gobierno con las Farc, Humberto de la Calle, es pesimista con la posibilidad de alcanzar un acuerdo similar con la guerrilla Eln, cuyo comportamiento, que considera enigmático, ve como un obstáculo para un diálogo eficaz.
“Veo esto con mucho pesimismo, es muy difícil seguirle el paso a la dirección política del Eln, es francamente inexplicable”, dijo De la Calle en una entrevista con Efe.
De la Calle puso como ejemplo de esa actitud indescifrable el atentado terrorista del Eln el pasado 17 de enero contra la escuela de la Policía en Bogotá, que costó la vida a 22 cadetes, entre ellos una ecuatoriana, lo que tachó de “locura”.
“Lo que ocurrió en este atentado es un error monumental que solo sirve a los opositores a un proceso de paz. Descifrar ese enigma psicológico es prácticamente imposible”, añadió.
“No se trata de bombardear, ¿bombardear a quién? Usted llega a Arauca y hay mucho Eln dentro de la comunidad. Me parece que (combatirlo) es más una tarea metódica, de inteligencia, de justicia, también del uso legítimo de las armas, pero la metodología tiene que ser distinta”, afirma.
De la Calle considera que el Gobierno está en lo correcto al exigir al Eln la liberación de todos los secuestrados, y subraya: “yo apoyo al presidente Duque en esta materia”, pero cree que se equivoca al condicionar también el diálogo a la suspensión de todas las hostilidades por parte de la guerrilla.
“Eso, dicho de manera tan tajante, puede ser prácticamente infranqueable, una guerrilla no suspende el uso de las armas para comenzar unas conversaciones (…) Una guerrilla no cesa el fuego para empezar a conversar, por lo menos en las condiciones de Colombia“, dice.
Por eso recomienda al Gobierno “no quemar las naves” con el Eln sino “buscar algún tipo de camino intermedio”, como presionar para que suspendan “las actividades guerrilleras que pueden considerarse como terrorismo, las que más afligen a la opinión pública”.
“Una de las claves del éxito en La Habana es que, con todo lo doloroso que fue, negociamos bajo el fuego, es lo que es realista. Separarse de eso me parece que genera un obstáculo muy difícil porque es prácticamente pedirle a la guerrilla que se rinda anticipadamente sólo para empezar a conversar”, sentencia.Efe