Foto: Archivo referencial
En la noche del pasado domingo, dos uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla resultaron lesionados tras recibir un atentado por delincuentes que eran perseguidos a la altura del barrio Lucero. Estos criminales decidieron alejar a sus captores arrojándoles una granada de fragmentación artesanal para poder continuar con su huida, un objetivo que lograron conseguir tras dejar a los agentes del orden heridos por el estallido del artefacto.
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Además de rechazar los ataques en contra de los funcionarios públicos, el comandante de la Policía de Barranquilla, general Ricardo Alarcón, explicó que los delincuentes emprendieron la huida cuando cruzaron por un retén y al momento de que los uniformados en servicio les pidieron la realización de una requisa, decidieron subirse a su motocicleta de alto cilindraje y fugarse de la zona.
“En un procedimiento de requisa que pretendían hacer dos uniformados de la Policía, las personas a las cuales requirieron emprendieron la huida y nuestros dos uniformados los siguieron, ahí es cuando les arrojaron una granada, sin consecuencias mayores para ellos”, manifestó el uniformado.
Del mismo modo, se pudo conocer el estado de salud de los dos uniformados, que en el intento por evitar que los delincuentes huyeran del lugar, y antes de ser víctimas de este atentado con granada, uno de ellos logró herir con su arma de dotación a uno de los criminales en su pierna.
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La Policía de la capital del Atlántico explicó que al momento de recibir el impacto de esta granada detonada, los uniformados cayeron de su motocicleta y terminaron con varias esquirlas en sus cuerpos. Tras la rápida respuesta de otras unidades de la institución, la comunidad y los servicios de atención médica, se logró el traslado a un centro de atención de la zona, donde se encuentran en un proceso de recuperación los dos agentes del orden.





