Dávila había envió una carta a la Fiscalía en la que expresaba su disponibilidad para ser escuchado en una entrevista o interrogatorio para hablar del caso de Meza.
El teniente coronel Oscar Dávila, supuestamente involucrado en las interceptaciones telefónicas ilegales a Marelbys Meza, exniñera al servicio de Laura Sarabia, exjefa de Gabinete del presidente Gustavo Petro, apareció muerto en Bogotá, informó la Policía.
“Lamentamos la muerte del señor teniente coronel Óscar Darío Dávila Torres. Nuestra solidaridad con sus familiares en este difícil momento”, escribió en Twitter el director de la Policía colombiana, mayor general William Salamanca.
El cuerpo de Dávila, que trabajaba en la Presidencia de la República, fue hallado en un vehículo en el barrio de Teusaquillo y las autoridades indagan las causas del fallecimiento.
La muerte del alto oficial se produjo en momentos en que una indagación judicial busca establecer si hubo irregularidades o abuso de poder en el interrogatorio al que fue sometida Meza, señalada como autora del robo de un maletín con dinero de la casa de Sarabia.
Luego de conocerse la muerte de Dávila, medios locales informaron que este envió una carta a la Fiscalía en la que expresaba su disponibilidad para ser escuchado en una entrevista o interrogatorio para hablar del caso de Meza.
“Todo lo anterior, en concreto, tiene su génesis en las denuncias y publicaciones presentadas por la revista Semana que tratan sobre el caso de la jefe del Despacho Presidencial, Laura Sarabia, en los que presuntamente vinculan a la Jefatura para la Protección Presidencial”, dice la carta.
Sin embargo, el abogado Miguel Ángel del Río, aseguró en su cuenta de Twitter que el teniente coronel Dávila le manifestó el jueves en una reunión que de la Fiscalía lo estaban amenazando.
“El día de ayer (jueves) me reuní con el coronel Davila quien me buscó para manifestarme que de la Fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron que no se detenían ‘hasta que corriera sangre’. Hoy se quitó la vida con su arma de dotación. Lo de la Fiscalía es una persecución infame”, afirmó Del Río.
EFE