Mientras algunos planean cómo festejar el tradicional mes de Amor y Amistad con sus parejas y amigos, otros se sienten tristes, desechos y con el corazón en mil pedazos pues acaban de terminar esa relación que, pensaron, era para toda la vida, o porque aquella amistad que creció con el paso de los años se desvaneció porque la confianza fue traicionada.
Por ejemplo, después de 15 años de matrimonio, Sandra* descubrió que su esposo la engañaba… pero no con otra mujer, con un hombre. ¡Duro golpe para el corazón! O Liliana*, que perdió una amistad, mucho dinero y su proyecto de establecerse en otra ciudad cuando su mejor amiga, con quien compartía apartamento, se fue con su nuevo novio y la dejó embarcada con el alquiler.
Pero también las hay en otros entornos como el laborar. Como es el caso de Fernando*, quien, después de dos años de experiencia y de haber demostrado las capacidades y habilidades para el ascenso prometido, en menos de un mes llegó alguien más y sin experiencia a ser su nuevo jefe.
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Como estas, hay miles de historias de desconsuelo, vacío emocional y desilusión, historias de ‘tusas’ que bien pueden ser superadas exorcizando esos sentimientos que ocasionan dolor en el alma y el corazón.
De acuerdo con Pilar Ibáñez, consultora, conferencista y escritora sobre bienestar y felicidad organizacional, el primer paso para desentusarse es tener presente que son las emociones las causantes del malestar. “Cuando uno está entusado ve todo como una tragedia, la cabeza da mil vueltas, se tienen 300 pensamientos a la vez y uno tiende a pensar ¡Oh no, me volví depresiva! Todo esto es consecuencia de las emociones, no de nosotros mismos”, explica la especialista.
Además de entender este efecto de las emociones, una manera de trascender ese estado puede ser exteriorizar la situación, contar esa historia y, si en contraprestación se recibe un consejo o un aliciente, mucho mejor.
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Consejo de la experta
Pilar Ibáñez destaca la importancia de pasar por las 4 etapas del proceso de sanación emocional. “Cuando uno es consciente de la etapa en la que se encuentra, es más fácil manejarla y superarla. Hay que pasar por todo ese proceso para poder manejar las emociones en la tusa. Eso implica, observarse, autorregularse y transformar las emociones”, asevera.
● Etapa 1 – Negación
Puede manifestarse, literalmente, negando la situación: “A mi no me está sucediendo nada”. O, aparentando que todo está bien, haciéndole creer a los demás que no está pasando nada.
● Etapa 2 – Sentimientos
Son muy diferentes a las emociones. “Mientras estas corresponden a un efecto bioquímico natural del cuerpo, los sentimientos son como decirse mentiras. Ahí es cuando llegan los ‘videos mentales’, la rabia, la tristeza, la ansiedad. La importancia está en identificarlos para poder transformarlos y con la transformación podemos dar el paso a la siguiente etapa”, explica Ibáñez.
● Etapa 3 – Negociación
Se trata de negociar con uno mismo a partir de la transformación. Por ejemplo, puedo decir, voy a llorar 20 minutos y luego hago alguna actividad que me suba la vibra.
● Etapa 4 – Aceptación
Es cuando nos damos cuenta de que la vida es diferente, que no hay marcha atrás y que el cambio depende de cada quien. “Ese es el momento en el que uno ya está del otro lado y todo ese proceso te lleva a un crecimiento personal, espiritual o profesional”.