Decenas de personas serán entrevistadas en una corte federal de Nueva York para elegir al jurado que decidirá el futuro del mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, cuyo juicio comenzó entre fuertes medidas de seguridad y contra quien el Gobierno de EE.UU. pide cadena perpetua por narcotráfico.
Tras casi dos años de haber sido extraditado a EE.UU, Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa, principal exportador de drogas a este país, afronta desde esta mañana un juicio que no prevé tratar el fondo del asunto hasta el próximo 13 de noviembre, tras la selección del jurado.
Debido a la extrema seguridad impuesta por las autoridades desde que el presunto capo llegó a Nueva York, el jurado está siendo seleccionado fuera del ojo público y ante solo cinco periodistas que deberán informar a su vez al numeroso grupo de medios que cubre este histórico y mediático juicio.
Inicialmente la cifra de posibles miembros del jurado ascendía a más de mil personas, luego se redujo a poco más de un centenar y finalmente se desconoce por el momento exactamente cuántos serán entrevistados.
Deberán ser elegidos doce jurados y seis suplentes y sus nombres, dónde viven y trabajan, no serán conocidos. Los miembros del juicio irán a la corte y regresarán a sus hogares custodiados por alguaciles ya que se teme que aliados de Guzmán Loera puedan atentar contra su vida.
El cartel de Sinaloa es el de mayor presencia internacional, de acuerdo con la DEA, la agencia antidrogas de EE.UU.
Las reglas impuestas por el juez del caso, Brian Cogan, incluyen a los abogados y la fiscalía, ya que solo pueden tener a dos representantes cada uno durante el interrogatorio.
De acuerdo con el juez Cogan, este proceso debe asegurar los derechos del jurado a su seguridad, el de la prensa a informar y el debido proceso de ley al acusado.
Los nombres de testigos, antiguos colaboradores, subordinados permanece aún en secreto.
Desde su extradición a Nueva York, autorizada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con el acuerdo de que no se le impondrá la pena de muerte, Guzmán Loera es mantenido en el ala más segura del Metropolitan Correctional Center en Mannhattan.
Su traslado a Brooklyn se hace bajo extremas medidas de seguridad que incluyen un convoy de vehículos y agentes armados, así como un helicóptero que vigila el proceso, además de la seguridad en el edificio del tribunal. El puente de Brooklyn queda cerrado a su paso, informa Efe.
El inicio de la selección del jurado se hace hoy con un gran número de agentes custodiando el edificio así como unidades caninas que incluso llegaron hasta la sala del tribunal, desde donde la prensa cubre este proceso. Se espera que el juicio pueda extenderse entre tres y cuatro meses.