Invito al Gobierno Nacional a que retire las tres reformas presentadas ante el Congreso.
Por: Víctor Manuel Salcedo
Representante a la Cámara, Partido de la U
No es usual que en el Congreso de la República se detenga un proyecto de ley del gobierno por acciones o errores atribuibles al mismo gobierno. Dados los escándalos que rodean e involucran al círculo más cercano al Presidente de la República, las reformas a la salud, pensiones y laboral quedan en un limbo político que por el momento no parece fácil de resolverse.
Surge entonces la pregunta: ¿se debe o no continuar con el trámite de las reformas sociales planteadas por el gobierno? Pregunta difícil de responder si se suma a la ecuación la creciente imagen desfavorable del presidente y la vicepresidenta.
Dentro de la estructura institucional de la democracia, es el Congreso de la República el llamado a representar los intereses ciudadanos, es el Congreso quien lee e interpreta de cerca a las regiones, somos los congresistas que semana tras semana y en contacto directo con los ciudadanos somos depositarios del pensamiento colectivo, la preocupación, el descontento social, el temor por la situación de orden público.
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Mucho se menciona de la legitimidad que otorga el número de votos para emprender empresas reformistas, si entonces lo observamos en esta lógica, según datos de la Misión de Observación Electoral (MOE), el Senado de la República obtuvo una votación combinada de 18.636.732 votos, lo que representa una participación del 48,01% del censo electoral, mientras que la Cámara De Representantes obtuvo una votación combinada de 18.603.99 con 47,92% del censo electoral, a su vez el presidente de la República obtuvo una votación de 11.281.013 con un poco más de 700 mil votos de diferencia con su contendor.
Pero la democracia, las instituciones y la estabilidad del país van más allá de presumir el número de votos. Colombia merece progreso y desarrollo, merece ambientes reales de paz e instituciones funcionales y transparentes volcadas a trabajar con todo el empeño por sacar adelante el país.
Ya el presidente de la Cámara de Representantes tomó la delantera y anunció que por esta semana quedan congeladas las discusiones de las reformas que hacen trámite en la Cámara de Representantes, argumentando que la situación que se vive no puede perturbar el trámite de las mismas.
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Por donde se observa el golpe autoinfligido es evidente, desde luego falta mucho por esclarecer, y al calor de las acusaciones de un lado y del otro, la confusión será cada vez mayor. De nuevo el país quedará inmerso en escándalos de poder, que lo único que generan es un mayor peso de desconfianza e incertidumbre en el Estado y sus instituciones.
Por último, invito al Gobierno Nacional a que retire las tres reformas presentadas ante el Congreso y busque la consolidación de un gran consenso nacional, no solo en lo relacionado con la agenda legislativa sino para resolver la situación de orden público y seguridad que atraviesa el país, así como para garantizar la necesaria gobernabilidad, que por estos días parece no estar funcionando.