Iberoamérica se convirtió en el reflejo del espejo de los Estados Unidos, si se cae Joe Biden, se caen todos los que usaron la misma palanca del cambio.
Por: Andrés Villota
Columnista
Siete Estados (Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Nuevo México, Pensilvania y Wisconsin) que suman 84 votos electorales, enviaron votos paralelos, es decir, votos por el candidato Joe Biden y votos por Donald Trump. La elección del Colegio Electoral estaba oficialmente disputada y debía ser resuelta por el Congreso estadounidense el día 6 de enero del 2021.
Tomarse el Capitolio de los Estados Unidos y boicotear la sesión de certificación de la elección del presidente de los Estados Unidos, en la que se iba a presentar la disputa de la elección y la obvia no certificación de la elección, con base a la Constitución, solo le favorecía a Joe Biden que, en medio del caos, fue certificado como presidente, lo que no hubiera ocurrido, jamás, si se hubiera realizado sin contratiempos esa sesión del Congreso.
La prensa tradicional, aprovechó que esa sesión se realizó en la madrugada del 7 de enero del 2021 para no transmitirla o los que la transmitieron, como CNN, utilizaron a sus periodistas para negar los hechos. Cuando los representantes de Arizona, por ejemplo, anunciaron que en su Estado estaba en disputa la elección, los periodistas empezaron a gritar, histéricos, diciendo que el representante de Arizona estaba diciendo mentiras y que se estaba inventando todo.
Varios congresistas dijeron, públicamente, que había existido fraude electoral pero que ellos no iban a permitir que los coaccionen con protestas y levantamientos sociales para descertificar a Joe Biden y que, por eso, lo iban a certificar. Admitieron abiertamente que estaban violando la Constitución.
Las acusaciones que cayeron sobre el entonces presidente Donald Trump por, supuestamente, haber promovido actos violentos, solo sirvieron para callarlo, censurar su voz en los medios de comunicación tradicionales y en las redes sociales para evitar que denunciara el golpe de Estado del que había sido víctima.
La revelación de los videos, que fueron escondidos durante dos años, en los que se muestra, claramente, que no existió actos violentos y que la misma policía del Congreso le abrió las puertas y promovió el ingreso de los manifestantes pacíficos, sirvió para probar que las historias desgarradoras de las congresistas demócratas, la octogenaria Dianne Feinstein y la comunista Alexandria Ocasio-Cortez, hacían parte del guión del complot fabricado por los miembros del Partido Demócrata.
Ex agentes del FBI han dicho ante el Congreso de los Estados Unidos que, en el complot del 6 de enero del 2021, fueron infiltrados varios de sus miembros para hacer las veces de agitadores y promover los desmanes.
Según la Constitución estadounidense, el 6 de enero del 2021, Joe Biden no podía ser certificado como el presidente de los Estados Unidos al estar en disputa la elección, por eso, ante la Corte Suprema de Justicia existe una demanda interpuesta por Raland Brunson.
La demanda afirma que los legisladores violaron su juramento al no investigar una intervención extranjera en la campaña presidencial del 2020 que manipuló las elecciones en contra del entonces presidente Donald Trump. Esa demanda busca destituir a Joe Biden de la Casa Blanca y restituir a Donald Trump en el cargo.
El caso se basa en la afirmación de que los acusados, que incluye a miembros del Congreso, Joe Biden, Kamala Harris y el ex vicepresidente Mike Pence, votaron para certificar las elecciones presidenciales del 2020 después de recibir una solicitud de 154 miembros del Congreso para investigar denuncias de fraude electoral ocurrido en los siete Estados en disputa que, con el tiempo, se pudo determinar que había sido la constante del Partido Demócrata en casi todos los Estados de la unión americana para obtener la mayor votación en toda la historia estadounidense.
La demanda nombra a los 387 miembros del Congreso que votaron para certificar los votos electorales de Biden y pidió que todos fueran destituidos de sus funciones, junto con Biden y Harris, y que se les prohíba volver a postularse para un cargo público.
La Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos ha rechazado la demanda presentada en varias ocasiones pero algunos analistas consideran que, después de la presentación del Informe Durham y de las confesiones de los miembros del FBI, finalmente, podría ser admitida.
El Informe Durham, dice que jamás encontraron pruebas que demostraran que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales del 2016 y, por el contrario, al interior del FBI, les ordenaron no cerrar el caso a pesar de la ausencia de pruebas.
A Donald Trump lo acusan de mal perdedor, de dictador, de NAZI y de no respetar la Constitución por no haber concedido el triunfo a Joe Biden ante el evidente fraude electoral que tuvo en la figura del voto por correo, la principal justificación para adulterar el resultado.
Una misma persona podía enviar miles de votos por correo porque eso era promover la democracia, cómo si permitir que una sola persona vote miles de veces hace a un régimen más democrático frente a otro en el que un ciudadano solo pueda votar una vez y se identifique para poder ejercer su derecho al voto.
Cualquiera podía votar miles de veces porque no era necesario presentar una identificación pues, solicitarla al momento de votar, era considerado un acto de racismo por los miembros fanáticos del Partido Demócrata, los mismos fundadores del ultra racista Ku Klux Klan.
“El voto por correo ha sido la palanca del cambio en Estados Unidos y estoy convencido de que puede serlo aquí también”, dijo Pedro Sánchez Castejón, el presidente del Gobierno de España en febrero de 2021 a los pocos días de la llegada de Biden a la Casa Blanca.
En las semanas previas a las elecciones regionales celebradas en España el pasado 28 de mayo del 2023, se desmanteló a una red de compra de votos y de corrupción electoral que iba a utilizar el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para permanecer a perpetuidad en el poder, utilizando a los inmigrantes ilegales como votantes múltiples por correo porque ellos, al parecer, tienen derechos superiores a los de los españoles.
Se entiende la razón electoral del trato preferencial que tienen los inmigrantes ilegales que son acogidos en hoteles, reciben subsidios y delinquen de manera desaforada por ser inmunes al ordenamiento jurídico local. Incluso, no pueden ser llamados por el gentilicio de su país de origen porque es considerado un acto de xenofobia y racismo.
Ambientar el entorno para robarse el resultado de una elección es clave para el éxito del Golpe de Estado. En Estados Unidos le dijeron a los miembros del Partido Demócrata que vivían en una dictadura fascista y que Donald Trump era un tirano racista, al igual que censuraron la revelación del contenido del computador personal de Hunter Biden, en un proceso en el que se hace necesaria la complicidad de los medios de comunicación tradicionales.
“Hemos compartido con Hillary Clinton la amenaza que los reaccionarios suponen para la democracia” trinó Pedro Sánchez, en compañía de la ideóloga del intento de Golpe de Estado del año 2016, haciendo una afirmación que se institucionalizó como la narrativa pre fraude: Los comunistas son el cambio porque ellos van a restituir la democracia que se perdió.
Y continúa el líder supremo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), “Su estrategia es siempre la misma: Mentiras bulos y discurso del odio. Lo hemos visto en EEUU y en Brasil. En España no lo vamos a permitir”. Sentenció Pedro Sánchez usando como ejemplo, coincidencialmente, a dos países cuya sociedad ha cuestionado seriamente la legitimidad de la elección presidencial, ante las numerosas evidencias de fraude electoral.
En un paso previo para consumar el robo electoral, la Junta Electoral Central española decide que no exigirá el Documento Nacional de Identidad (DNI) para los que voten por correo, promoviendo la cancelación de reservas de vuelos y hospedaje para que los españoles puedan votar de manera presencial.
Pedro Sánchez ya se adelantó y advierte que lo van a acusar de fraude cuando gane en las elecciones generales, tras perder de manera humillante en las elecciones autonómicas. Convocó a elecciones en pleno verano en medio de las vacaciones para poder justificar el voto por correo porque ya no tiene la disculpa de la pandemia como, en su momento, la tuvo el Partido Demócrata en los Estados Unidos.
Iberoamérica se convirtió en el reflejo del espejo de los Estados Unidos, si se cae Joe Biden, se caen todos los que usaron la misma palanca del cambio.