Columna de opinión: Desde la Patagonia hasta Alaska

victor manuel salcedo cablenoticias 2023

Al presidente de la República lo que le sobra en proponer y proponer le falta en hacerlo realidad.


Cualquiera que escuche al presidente de la República hablando sobre obras de infraestructura, podrá pensar que Colombia es un país altamente desarrollado y avanzado, en especial durante el actual gobierno, pues el primer mandatario ha mencionado ideas como el tren interoceánico, tren elevado entre buenaventura y barranquilla, línea férrea entre Villavicencio y Puerto Gaitán, incluso ideas de infraestructura continental como la red eléctrica desde la Patagonia hasta Alaska, mencionada por el presidente en su reciente visita a México.


Lamentablemente la realidad local dista mucho de las ideas y propuestas del presidente y su gobierno, que fácilmente ganarían el primer lugar en una competencia sobre las propuestas más grandilocuentes jamás escuchadas y nunca realizadas.


Las ideas del actual gobierno resuenan desde la Patagonia hasta Alaska, paz total, Colombia potencia mundial de la vida, economía climática justa y sostenible, sistema de salud garantista, universal, eficiente y solidario que privilegie la vida entre muchos otros.


Al presidente de la República lo que le sobra en proponer y proponer le falta en hacerlo realidad, no está mal ser soñador, solo que para dirigir un país hace falta una buena dosis de realidad y atención sobre los problemas locales para brindar soluciones oportunas y tangibles.


En su discurso ante la ONU el primer mandatario de los colombianos habló del poder de las ideas, pero el país no necesita un gobierno que solo presente ideas o que todo el tiempo esté en modo foro, asamblea, discurso, alocución, gobernar se relaciona más con hacer que con solo decir.


El problema no es la falta de visión; es la falta de ejecución. En este país, las grandes ideas no caminan al mismo ritmo que las necesidades locales. Las regiones, desde la Guajira hasta el Amazonas, claman por infraestructura básica: vías, acueductos, hospitales.


¿Qué sentido tiene hablar con convicción sobre justicia social en el exterior, mientras en nuestras veredas el campesinado sigue sin acceso a caminos transitables? ¿De qué sirve proclamar la urgencia de una transición energética cuando muchas comunidades aún no cuentan con acceso a energía eléctrica? Las brechas internas, que afectan a millones de colombianos, parecen ser relegadas en favor de la diplomacia y el protagonismo internacional.


Por citar un ejemplo a dos años del gobierno del presidente Petro, en el Valle del Cauca, importantes obras de infraestructura que dependen de la voluntad del gobierno nacional no avanzan, la vía Mulaló-Loboguerrero que conectaría el suroccidente del país con el puerto de Buenaventura, el dragado del canal de acceso al puerto de Buenaventura es esencial para permitir la entrada y salida de barcos más grandes, lo que aumentaría la capacidad operativa del puerto, tren de cercanías en Cali, Jamundí, Palmira y Yumbo, acueducto de Buenaventura.
El Valle del Cauca y el país necesitan un gobierno que más que pensar en ideas que abarquen desde el sur de la Patagonia hasta Alaska, ejecute, invierta y trabaje en las necesidades locales y en la puesta en marcha de sus propias propuestas.

Por: Víctor Manuel Salcedo.