Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político
No cabe duda, estamos viviendo un cambio y es favorable así no sea como la mayoría esperaba, nada es como antes y por fin entendemos cuan importante es elegir bien.
En poco tiempo, muchos nos hemos vuelto más austeros, menos derrochadores, viajamos ligeros de equipaje, compramos lo que nos alcanza por cuenta de un sistema económico frágil, valoramos un voto para congreso y por fin entendemos la importancia en la independencia de las ramas del poder público.
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Ese es el cambio, ponemos mayor atención a la seguridad de nuestras casas, comprendimos que los importados los pagamos en dólares, nos bañamos con agua fría, posicionamos a nuestros médicos tradicionales, estamos aprendiendo a soportar la lactosa y no llevamos cosas de valor a la calle ante el miedo que genera un recién liberado de la primera línea.
Ese es el satírico cambio que un colombiano de clase media afronta, ojalá no sea traumático como el que los menos favorecidos pueden estar viviendo, lo cierto del asunto, es que se trata de un cambio esperado distinto al anhelado por muchos.
Los de hoy somos ciudadanos menos ilusos, más realistas, ya sabemos que no habrá un tren elevado del pacifico al caribe, ni condonación de deudas del Icetex, sabemos que las energías limpias que reemplazaran el petróleo dependen de emprendedores ecologistas y que cero masacres es aún una utopía, sin embargo, nos acompaña la fe y el buen genio.
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Por ahora no hemos perdido y hemos aprendido, sabemos que queremos políticos que escuchen, le vamos a dar una oportunidad a los tradicionales para que se reivindiquen en el congreso, volveremos a creer en los que ayer también nos fallaron.
Mi madre me dijo un día: “has de saber que los golpes sirven para que los que vengan después, te den menos duro”.