Así es gobernar y participar en política, una mezcla extraña de variables que compite contra el tiempo.
Sin ningún propósito, muchos lideran causas vanas en un mundo cambiante y distinto, desgastan recursos a aspectos triviales, mientras por urgencias intuitivas descuidan o ignoran lo importante.
Sus prioridades están asociadas a actividades recreativas que descuidan responsabilidades laborales o familiares, se enfocan en temas simbólicos o divisivos, descuidan problemas estructurales, priorizan a corto plazo con beneficio inmediato y se enfocan en detalles superficiales en lugar de abordar problemas subyacentes.
Hay presión social, desinformación, inexperiencia, falta de perspectiva, inmadurez e influencia de opiniones; así es gobernar y participar en política, una mezcla extraña de variables que compite contra el tiempo.
Todo lo advertido se traduce en falta de resultados, ineficiencia, frustración, conflicto, estancamiento y crisis, pues bien; esto es asunto no de ideologías, sí de la torpe condición humana que sigue siendo igual en un mundo cambiante.
En medio de aplausos e insultos que compiten sin hacer propuestas, el analista diagnostica, pero no cura, luego tenemos un reto: saber cómo vamos a afrontar que el dinero este desapareciendo, la movilidad migre al sustento eléctrico, la comunicación sea más ágil y el ser humano esté a merced de que no haya un colapso en las redes.
No cabe duda, nos resistamos o no, el estado debe modernizarse, tan así que ya no habrá tiempo para aparentadores y envidiosos, los unos preocupados por su imagen y los otros centrados en cualidades y logros de los demás, ahora la lucha será vencer más allá del ego, la inteligencia artificial.
“En lugar de apagar incendios la política deberá preocuparse por no generarlos”.
¡Feliz año nuevo!
Por: Freddy Serrano Díaz – Estratega Político