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Las urnas empezaron a cerrar este martes en el estado de Georgia, donde se disputan dos escaños en el Senado estadounidense que decidirán qué partido controlará esa cámara durante los dos primeros años en el poder del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
A las 19:00 horas locales (00:00 GMT del miércoles), los lugares de votación iniciaron los preparativos para cerrar, aunque bajo la ley estatal, cualquier persona que siguiera en la fila para votar a esa hora tenía derecho a ejercer el sufragio.
“Sigan en la fila, Georgia. Si están en la fila en su lugar de votación a las 7 pm, pueden votar”, escribió Biden en su cuenta de Twitter.
Los republicanos solo necesitan ganar uno de los escaños que están en juego en Georgia para retener el control del Senado al menos hasta 2023, mientras que los demócratas deberían conquistar los dos asientos que se disputan para arrebatar a los conservadores las riendas de ese hemiciclo.
La jornada transcurrió con pocos contratiempos en el estado sureño, y tampoco se registraron largas filas: el tiempo de espera medio para votar era de un minuto, según el encargado del sistema de votación de Georgia, Gabriel Sterling.
En una rueda de prensa este martes, Sterling advirtió que los resultados finales no se conocerán probablemente hasta dentro de “un par de días”, debido a la necesidad de procesar el voto anticipado y por correo.
En Georgia hay 7,6 millones de votantes registrados, de los que unos 4,8 millones participaron en las elecciones de noviembre.
En estas elecciones, más de 3 millones de personas votaron anticipadamente, por los que a priori se esperaba una elevada participación.
En los comicios, el demócrata Raphael Warnock, un pastor de una iglesia de Atlanta en la cual predicó el líder de los derechos civiles Martin Luther King, asesinado en 1968, se enfrenta a la senadora republicana Kelly Loeffler, que se presenta a la reelección.
En la otra contienda, el demócrata Jon Ossoff, un ex funcionario legislativo y periodista, compite por un puesto en el Senado federal con David Perdue, quien también se presenta a la reelección.
En ambas contiendas las encuestas dan una ligera ventaja a los candidatos demócratas, pero con una diferencia de menos de tres puntos porcentuales, dentro del margen de error.
En la votación de noviembre, los republicanos se aseguraron 50 escaños en el Senado y los demócratas aumentaron uno a los que tenían, para lograr un total de 48.
Si los candidatos demócratas ganasen este martes en Georgia, habrá un empate de 50 escaños que dejaría las decisiones trascendentales en manos de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, que tendrá el voto de desempate en su calidad de presidenta de Senado. Efe