El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) realizó un estudio cualitativo de opinión sobre las elecciones presidenciales de Colombia previstas para el próximo 27 de mayo.
El trabajo, coordinado por los investigadores del CELAG, Alejandro Fierro y Óscar Navarro, se desarrolló en las ciudades de Bogotá, Medellín, Buenaventura y Cali.
En el marco de las campañas políticas para la presidencia, el investigador de la junta directiva del CELAG, Alejandro Fierro, indicó que el estudio (hecho antes de las elecciones legislativas del 11 de marzo) demuestra que hay un desinterés por parte del electorado colombiano que se cimienta en el convencimiento de que los comicios presidenciales “no sirven y que todos los políticos son iguales”.
Fierro subrayó que hay un escepticismo generalizado sobre la posibilidad de que las elecciones supongan un cambio positivo para el país y dijo que la Colombia oficial -la de los medios de comunicación y la de los políticos- va por un lado, mientras que la Colombia real -la de la gente- va por otro.
El experto del CELAG le dijo a la Agencia Anadolu que el único candidato que despierta cierta ilusión y entusiasmo por parte de los votantes es Gustavo Petro.
“Él recoge un voto de esperanza y cambio. De hecho, mientras el discurso triunfador es el de la antipolítica, el cual crea una espiral de silencio, los seguidores de Petro manifiestan la exaltación que les genera votar por él y, en ese sentido, tratan de convencer a los demás de las bondades de su candidatura”, aseguró.
El investigador advirtió que “esto no significa que vaya a ser el más votado; este estudio cualitativo mide qué tipos de discursos se realizan en torno a su figura y la de otros candidatos, no cuál va a ser el número de votos”.
Por el contrario -explicó el experto-, el candidato German Vargas Lleras, que se presume será votado por las clases altas, no despierta aclamación. “Es un voto más bien del miedo para que no llegue Petro y la izquierda al poder, para que no se haga realidad el supuesto fantasma del castro-chavismo”. El voto con Vargas Lleras se reduce a la idea de posesionar en la Casa de Nariño a alguien que generaría un mal menor para Colombia.
Por su parte, el estudio del CELAG remarcó que el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, no surgía de forma abierta en los debates porque la gente no lo conocía antes de las elecciones interpartidistas; pero a partir de su triunfo en la coalición de centro-derecha con Alejandro Ordoñez y Marta Lucia Ramírez, Duque se elevó en las últimas encuestas y ocupó un puesto relevante en el escenario presidencial.
Fierro apuntó sobre Duque que “quienes lo conocían no sabían cuáles eran sus cualidades y atributos, de forma que emergía el estereotipo que él es la marioneta de Uribe”. Agregó que votar por Duque no es tan llamativo entre los seguidores del Centro Democrático porque no representa el arquetipo calcado del expresidente Álvaro Uribe.
El experto del CELAG aseguró que el mejor posicionamiento de Duque en las encuestas afectó directamente a Vargas Lleras porque se encuentran en el mismo nicho de votantes.
En cuanto a Sergio Fajardo, el estudio del CELAG concluyó que la gente cuestiona al candidato del Partido Verde por su “indefinición, aunque se vislumbra que puede actuar como voto refugio para cierto elector que se considera progresista pero que ve a Petro como demasiado radical”.
Por otro lado, Fierro habló de la diferencia en la percepción de voto entre las clases sociales del país. “Los estratos altos tiene más información que los estratos bajos. Por lo tanto, se percibe que acudirán en mayor número a las urnas para votar. Aunque a los ricos no les gusta lo que le ofrece el mercado electoral saben que votarán por los suyos representados en Iván Duque o German Vargas Lleras y, en mucha menor medida, Sergio Fajardo”.
Fierro concluyó que el discurso de las clases 5 y 6 es canónico y encaja perfecto en los dogmas del neoliberalismo tales como: “hay demasiado Estado y la intervención del mismo en la economía es excesivo, por eso Colombia no funciona. Las ayudas sociales son un medio para que la gente permanezca en la pasividad, para que sean vagos y flojos y hay que acabar con todo eso. Estos estratos ponen como gran ejemplo de esa realidad a Venezuela”.
Mientras que los estratos 1 y 2 -señaló Fierro- quieren todo lo contrario. Buscan un Estado que les ayude a encontrar mejores empleos, educación y salud, entre otros. Estos sectores de la sociedad entienden que el Estado debe cubrir estas necesidades para que la vida no sea tan onerosa y complicada.
Finalmente, el investigador resaltó que la constante mención a Venezuela en los debates obedece a una presencia masiva de este país en los medios de comunicación y en las declaraciones de los políticos.
“Con independencia de los discursos que emerjan sobre Venezuela y el miedo que puede o no provocar, lo cierto es que una presencia tan abrumadora de este tema en las sesiones indica una cobertura permanente por parte de medios y políticos, incluso muy por encima de asuntos nacionales de gran calado”, afirmó.