Casi mil ataúdes se amontonan en los pasillos del cementerio de los Rotoli de Palermo (Sicilia, sur), donde se deterioran debido al sol y a las altas temperaturas, y algunos de ellos han llegado a desprender líquidos e incluso a estallar por los procesos químicos de descomposición.
Este martes, el “Giornale di Sicilia” hizo públicas unas imágenes tomadas el pasado 3 de agosto por la empresa Reset, la subcontrata que se ocupa del cementerio municipal, que muestran el hacinamiento de los ataúdes y su estado de conservación, en muchos casos a la intemperie durante más de un año.
Debajo de carpas instaladas en los pasillos del cementerio e incluso dentro de oficinas administrativas, 733 féretros se apilan en estantes y otros 242 directamente sobre el asfalto.
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“La mayor vergüenza de la ciudad”, asegura Reset en el vídeo que publica hoy el periódico siciliano, que da cuenta de la suciedad que rodea a los ataúdes: flores secas, hojas caídas de los árboles del cementerio, grandes telas de araña o restos de textos religiosos.
El calor empeora los procesos de descomposición y la empresa denuncia que la situación va “claramente en contra de las advertencias sanitarias”.
Además, el crematorio del cementerio lleva más de un año sin funcionar.
“Debido a la falta de fosas, además de las altas temperaturas, numerosos ataúdes han comenzado a desprender líquidos. La situación es ahora tal que urge el entierro inmediato o la compra urgente e impostergable de recipientes de zinc destinados a contenerlos”, aseguró recientemente el director del cementerio, Leonardo Cristofaro, según el “Giornale di Sicilia”.
En respuesta a la situación, el senador y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, llevará la cuestión al Parlamento, según los medios italianos. EFE