Las autoridades de Indonesia elevaron a 1.944 la cifra de muertos por el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que sacudieron la región central de la isla de Célebes el 28 de septiembre, mientras calculan que hay alrededor de 5.000 personas desaparecidas.
De las 1.944 víctimas mortales, 1.855 cadáveres han sido enterrados en fosas comunes y del resto se encargaron sus familiares, detallaron las autoridades en una rueda de prensa en Yakarta.
El número de heridos hospitalizados es de 2.549, mientras que 74.444 indonesios se encuentran acogidos en centros de desplazados y 65.733 viviendas resultaron destruidas o dañadas.
“El problema actual es cómo enviar asistencia sanitaria a las zona aisladas. Actualmente estamos usando helicópteros para llegar hasta ellos”, indicó el jefe de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Willem Rampangilei, durante la conferencia transmitida por televisión.
Según la BNPB, el servicio de agua, electricidad y gasolina ha sido restablecido casi en su totalidad en la mayoría de zonas afectadas, donde en los últimos días volvieron a abrir bancos y mercados.
El gobernador de la provincia de Célebes Central, Longki Djanggola, llamó a la población a recuperar la vida normal, mientras continúan las operaciones de búsqueda de supervivientes y desaparecidos que se mantendrán hasta el próximo jueves.
El Ministerio de Educación también hizo un llamamiento a los responsables de las zonas afectadas a reanudar las clases, pero aparte de los daños sufridos por los colegios “muchos profesores están afectados por traumas”, según Rampangilei.
“El número de 5.000 desaparecidos se basa en un informe oral del jefe local. Cuántos son no podemos saberlo con seguridad. Es solo una estimación”, detalló el portavoz de la BNPB, Sutopo Purwo Nugroho, el domingo.Efe