Después de tres días en los que se desarrolló la audiencia de imputación y medida de aseguramiento en contra de Enrique Vives, quien atropelló y mató a seis jóvenes en el sector de Gaira, en Santa Marta, la jueza Olmis Cotes decretó que el empresario deberá permanecer en un centro carcelario mientras avanza el proceso en su contra.
La decisión de la togada fue tomada tras analizar los argumentos de cada una de las partes, es decir, de la defensa de Vives Caballero, la Fiscalía y los abogados de las víctimas, por lo que finalmente señaló que “existía una evidencia razonable de participación, porque Vives Caballero era quien iba conduciendo el vehículo con el que se cometió el hecho”. Además, explicó que el procesado sabía del riesgo que generaba al conducir su camioneta en estado de alicoramiento.
Por otra parte, Cotes también criticó el hecho de que Vives abandonara el centro hospitalario para internarse en una clínica psiquiátrica, calificando esta actitud como una acción que buscaba “obstaculizar el proceso”.
“Si bien por lo ocurrido Enrique Vives pudo causar algún tipo de alteración, no era necesario abandonar sin permiso de la autoridad judicial el lugar donde se encontraba, siendo esto un obstáculo para el proceso”, explicó.
De la misma manera, la juez aceptó el delito de homicidio en concurso homogéneo y sucesivo en la modalidad de dolo eventual que había imputado la Fiscalía.
Por su parte, el el abogado Álex Fernández, defensa de Vives Caballero, aseguró que los argumentos expresados por la juez son ambiguos y apeló la decisión de medida de aseguramiento intramural.