En el barrio Lijacá, al norte de Bogotá, un nuevo caso de intolerancia se presentó entre un bus del SITP y un taxi por un reclamo sobre su forma de conducir.
En una entrevista con un medio de comunicación, el conductor afectado explicó que se bajó de su taxi a reclamar respeto por al automotor que casi lo golpea, cuando éste arrancó sin importarle su integridad.
Además, la víctima contó que el bus de transporte masivo arrastró su vehículo afectándolo gravemente por casi 50 metros y luego huyó, y aunque alertó a sus compañeros por una red de apoyo cuando lo encontraron ya estaba otro operador a cargo.
El joven denunció que se comunicó con la empresa encargados del funcionamiento y circulación de los vehículos pero que no recibió respuesta, por lo que su preocupación es mayor al estar incapacitado por varios días producto de los golpes ocasionados tras el accidente.