El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aseguró este miércoles que los “cambios” que están “realizando son irreversibles”, después de que el enviado especial de EE.UU. Ricardo Zúñiga y el embajador de la Unión Europea, Andreu Bassols, instaran a revertir la destitución de magistrados de la Corte Suprema y del fiscal general.
“Para las voces que aún piden que volvamos al pasado. Con mucho respeto y cariño: Los cambios que estamos realizando son IRREVERSIBLES”, publicó Bukele en su cuenta de Twitter.
Añadió: “No vamos a volver al pasado, iremos hacia el futuro. Quisiéramos que nos acompañaran, pero si no lo desean, los comprendemos. Bendiciones”.
El mandatario, que se reunió ayer martes con el enviado especial del Gobierno de Joe Biden, publicó el mensaje sin hacer referencia directa a Zúñiga y Bassols.
Zúñiga, enviado de EE.UU. para el Triángulo Norte de Centroamérica, dijo hoy a la prensa que las destituciones del 1 de mayo pasado “no están en cumplimiento de la Constitución o el procedimiento legal”.
“Nosotros pensamos que esas destituciones no cabían dentro del marco de la ley, de la Constitución”, añadió.
Le puede interesar: Nueva York empieza a vacunar en las estaciones de metro a cambio de viajes
En una entrevista televisiva dijo que para Estados Unidos “lo mejor sería volver a una situación apegada a la Constitución” para “mandar mensajes de seguridad jurídica, tanto para los ciudadanos, como a las personas que quieren hacer inversiones en El Salvador”.
“Es importante decir que no estamos de acuerdo con la decisión tomada por parte de la Asamblea Legislativa para destituir a los cinco magistrados (propietarios) y al fiscal general. A nuestro criterio, lo mejor sería restaurar la situación que existía el 30 de abril”, indicó.
Zúñiga confirmó que el martes sostuvo una reunión “cordial y abierta” con el presidente Bukele, sin detallar los temas abordados en la cita. Por su parte, el embajador Bassols indicó en una entrevista en una radio local que piensan “lo mismo” que Zúñiga y que están “convencidos de que la mejor solución a la crisis que se ha abierto es volver a la situación anterior, respetar el equilibrio de los poderes”.
Además de “respetar la independencia del poder judicial y del fiscal”, porque “es la base del progreso de todos los países”, dijo.