Bolsonaro afirma que no le tiene miedo “al pueblo armado”

Foto: EFE
Foto: EFE

Foto: EFE

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que no le teme “al pueblo armado”, pues “impide que un gobernante se convierta en dictador”, y anticipó que prepara nuevas medidas en favor del acceso de los civiles al armamento.

“La semana que viene habrá más decretos sobre armas, porque las armas son un derecho de ustedes”, dijo ante cientos de personas en la inauguración de un centro deportivo de alto rendimiento en la ciudad de Cascavel, en el sureño estado de Paraná.

“No le tengo miedo al pueblo armado, porque eso impide que un gobernante se convierta en dictador, y me siento muy bien junto a un ciudadano de bien que está armado”, apuntó el mandatario.

Bolsonaro, líder de una emergente ultraderecha y quien se proclama “armamentista”, asumió el poder en Brasil en enero de 2019 y desde entonces ha impulsado diversas medidas para promover la “autodefensa” de la sociedad contra la creciente delincuencia.

Muchas de esas medidas, que facilitan el acceso de los civiles a las armas y municiones, han sido moderadas o incluso anuladas tanto por el Parlamento como por la Justicia, pero el mandatario dio a entender este jueves que no se ha dado por vencido en ese asunto.

Recomendamos leer: Científicos mexicanos analizan una posible nueva variante del SARS-CoV-2

También elogió la nueva correlación de fuerzas en las cámaras de Diputados y del Senado, que renovaron sus directivas esta semana y ahora están presididas por parlamentarios afines al Gobierno, lo que puede influir decisivamente en los trámites legislativos.

En ese mismo marco, reiteró que insistirá en que el Parlamento apruebe la llamada “exclusión de licitud”, que impediría llevar a la Justicia a un policía que mate a un delincuente en ejercicio de sus funciones, aún si se sospechara que pudieran haber ocurrido abusos.

Esa propuesta fue incluida en un paquete de medidas contra la delincuencia remitido por el Gobierno al Congreso, que finalmente decidió eliminar ese punto, rechazado en forma enérgica por organizaciones de derechos humanos, que ubican a los cuerpos de seguridad de Brasil entre los más violentos del mundo.

Sin embargo, Bolsonaro promete insistir. “Un policía en operación tiene que tener garantías, pues es jefe de familia, un trabajador, que no puede, después de que cumplió su misión, recibir en su casa la visita de un oficial de justicia”, afirmó este jueves.

“Si él está armado en la calle, es porque nosotros le dimos las armas”, subrayó Bolsonaro al reiterar que insistirá en ese proyecto de ley a lo largo del nuevo año legislativo, que fue inaugurado este miércoles. EFE