El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, insistió, durante los dos días de visita oficial en Colombia, en la necesidad de abordar las causas de problemas como el cambio climático, la crisis migratoria, el narcotráfico o la inseguridad y no solo los síntomas.
“Nos estamos centrando en enfrentar los problemas de raíz de estos desafíos, no solo los síntomas: desigualdad, discriminación, corrupción y la falta de acceso a oportunidades están en la base de muchos de estos desafíos y tienen que ser atajados si queremos superarlos”, dijo este jueves el secretario de Estado, durante la inauguración del IX Diálogo de Alto Nivel entre Colombia y EE.UU, en la que participó junto a la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez.
Ese es el “nuevo enfoque” que el funcionario estadounidense aseguró que está trayendo a Colombia durante su primera visita, y que se centra, ya no solo en mantener la “cooperación y reforzar el cumplimiento de la ley para reducir la violencia”, sino también en apoyarse, con “los derechos humanos como núcleo”, en atajar el fondo de los problemas.
Y esto significa, por ejemplo, crear “oportunidades económicas más inclusivas para gente joven que de otra forma no tendrán otra oportunidades que negocios ilegales o invertir en prevención de abuso de drogas” y atajar la demanda de estupefacientes en Estados Unidos “que está impulsando tanta actividad delictiva”.
En ese sentido, Ramírez agradeció este enfoque de lucha contra el narcotráfico que habla, según dijo, de “aumentar la tarea de seguir activos de narcotráfico” o vigilar la “cadenas de valor que permiten que se procese la coca fuera de Colombia”.
En los dos días Blinken no se ha referido a una polémica medida que quiere retomar Colombia como es la erradicación forzosa de cultivos ilícitos por aspersión aérea de glifosato, que está suspendida en el país desde 2015 por una orden de la Corte Constitucional, después de reconocer las consecuencias adversas para la salud de esta práctica.
El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) intensificó las presiones a Colombia para reanudar las fumigaciones con este herbicida y la línea parece continuar con su sucesor, Joe Biden, ya que su Gobierno certificó el 1 de marzo a Colombia en la lucha contra el narcotráfico y apoyó la aspersión aérea.
Blinken abrió el IX Diálogo de Alto Nivel, pospuesto desde 2019 por la pandemia, junto a la vicepresidenta colombiana, donde se trató, en varias mesas de diálogo, desde temas sanitarios, a desarrollo rural, emprendimiento o temas fundamentales para Colombia como la implementación del acuerdo de paz, el asesinato de líderes sociales o el narcotráfico.
“El foco principal de mi primer viaje a Latinoamérica como secretario de Estado es cómo podemos hacer que las democracias cumplan para nuestro pueblo, esa es nuestra meta común y responsabilidad”, subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense.
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Por ello, se comprometió a seguir apoyando a Colombia en enfrentar la pandemia y en “trabajar juntos para proteger a periodistas, defensores de derechos humanos y otros grandes activistas”, así como cooperar en llevar la institucionalidad a las zonas más rurales del país.
Ramírez confesó que ese es “un reto enorme” de un país que tiene más de 1,1 millones de km2, de los cuales el 90 % son zonas rurales donde vive menos de un cuarto de la población, por lo que buscan una “presencia del Estado que signifique más legalidad, más institucionalidad, cero narcotráfico, más desarrollo económico que genere más empleo y dignifique la vida de los ciudadanos”. Efe