El piloto suizo Bertrand Piccard, quien logró junto a su compatriota André Borschberg dar la primera vuelta al mundo en un avión solar, manifestó a Efe durante un acto de promoción de energías renovables en Pekín que los aeroplanos eléctricos de uso comercial serán una realidad antes de una década.
“En menos de 10 años se podrá volar en aviones eléctricos con capacidad para unos 50 pasajeros, distancias cortas de hasta mil kilómetros”, destacó Piccard, quien promociona su avión, el Solar Impulse, en una exposición sobre tecnología de energías limpias que se celebra esta semana en Pekín.
“El primer paso es tener aviones que no necesariamente produzcan su propia electricidad, como lograba el Solar Impulse a través de los rayos del Sol, sino que la obtengan en tierra, cargando baterías antes del vuelo”, explicó el piloto, también el primero en circunnavegar la Tierra en globo sin escalas en 1999.
A bordo del Solar Impulse, y turnándose como pilotos en las distintas etapas, Piccard y Borschberg lograron dar la vuelta al mundo en 17 escalas, algunas de ellas en China.
Fue un periplo que duró más de un año (empezó en marzo de 2015 y finalizó en julio de 2016) debido a problemas técnicos que obligaron al aparato a permanecer nueve meses en Hawai (EEUU).
“Fue un gran éxito”, señaló sin embargo Piccard, quien quitó importancia a los retrasos sufridos en aquella aventura y señaló que “lo imposible tarda más que lo posible”.
Piccard aseguró que la posibilidad de vuelos solares o eléctricos no debe causar temor a sectores con intereses en la aviación convencional, tales como las firmas petroleras.
En ese sentido subrayó que “muchas de ellas están invirtiendo cada vez más en energías renovables, transformándose y diversificándose”.
“La mayoría de esas firmas están a favor de un impuesto sobre el carbono (que se aplicaría a sus emisiones), porque saben que es lo que impulsa a su industria a ser más eficiente y competitiva”, defendió en declaraciones a Efe.
El Solar Impulse logró su gesta a velocidades relativamente bajas (unos 40 kilómetros por hora de media), pero Piccard aseguró que futuros aviones eléctricos podrán alcanzar cifras mucho mayores.
“Nuestra meta entonces era demostrar que el vuelo ‘perpetuo’ era posible, de día y de noche, y para lograr este objetivo tuvimos que volar a baja velocidad para ahorrar energía, pero en vuelos durante el día se podría hacer mucho más rápido”, explicó el piloto suizo.
Después de la vuelta al mundo, Piccard anunció la creación del Comité Internacional de Energías Limpias y, apartado actualmente de las aventuras viajeras, recopila una lista de mil iniciativas para protección del medio ambiente que además sean rentables.
Piccard espera presentar esta iniciativa en la Cumbre del Cambio Climático de 2018, que se celebrará en la ciudad polaca de Katowice, y a la que puedan acceder “gobiernos y grandes corporaciones para que reúnan la técnica y tecnología necesaria para alcanzar sus objetivos medioambientales”, destacó.