La situación de la pandemia en Bélgica siguió empeorando este lunes, con todos los indicadores al alza, según los datos que publicó el instituto público Sciensano.
La media diaria de contagios en los últimos siete días se situó 2.718, lo que supone un aumento del 17 % respecto a la semana anterior y también subió la cifra de nuevas hospitalizaciones, con una media diaria de 161,7, un incremento del 11 %.
Además, el número de fallecidos aumentó un 4 %, con un media diaria en la última semana de 26,3 decesos.
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La incidencia acumulada es de 309 casos por cada 100.000 habitantes, en un país de aproximadamente 11 millones de personas.
Se trata del mayor incremento en los últimos días, desde que a finales de la semana anterior los contagios volvieron a aumentar, pese a que los expertos confiaban en que la situación epidemiológica mejorase, tras haber alcanzado un pico hace dos fines de semana.
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Esa breve mejoría llevó al Gobierno belga a relajar ligeramente las restricciones, permitiendo reuniones de un máximo de diez personas en el exterior, con mascarilla y guardando la distancia de seguridad.
Además, desde hoy habrá clases presenciales un día por semana en la enseñanza superior.
Sin embargo, se mantiene el toque de queda nocturno, continua la restricción a los viajes no esenciales hasta el 18 de abril y bares y restaurantes no abrirán hasta el 1 de mayo, si bien ahora está permitido el envío de comida a domicilio. EFE