Barras de equipos caleños estarían permeadas por el narcotráfico

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Concejales de Cali solicitaron al Alcalde Maurice Armitage, al Secretario de Deporte y al Comandante de la Policía Metropolitana, aplicar las medidas que correspondan para judicializar a los vándalos que causen daños alrededor del Estadio Pascual Guerrero, al tiempo que respaldaron la inversión social con jóvenes en riesgo y la inversión para tener control en escenario deportivo del barrio San Fernando.

Durante el debate que se desarrolló en el Concejo de esa ciudad no se descartó que las barras pudieran estar infiltradas por el narcotráfico y la delincuencia común, para movilizarse encubierto.

La Concejala María Grace Figueroa Ruiz, indicó que el Estado colombiano debe brindar las garantías a los moradores del Estadio Pascual Guerrero, a los asistentes al escenario y a la ciudadanía en general y consideró vital que el Municipio vea experiencias similares superadas en otros países, que lograron unir fuerzas entre públicos y privados, para superar la violencia en los Estadio.

La cabildante recordó que en Cali hay una pandilla que se hace llamar Barón Rojo, que tiene intervención de la Personería.  

La Concejala Patricia Molina Beltrán, llamó la atención a la problemática social que vive Cali y el país, hoy asentada en las barras bravas, que son la consecuencia de una sociedad que padece de desigualdad y un abandono total en la niñez por parte del Estado. Molina Beltrán, afirmó que la confrontación entre barristas de Cali y América sucede todo el tiempo, sin que haya encuentros futboleros.

“Hay presencia del microtrafico y eso conlleva a que se genere mayor violencia o confrontación, sin que haya un profundo conocimiento del futbol, por tanto es la delincuencia y el bandidaje el que se encubre allí para movilizarse en la ciudad”.

Finalmente, el Concejal Carlos Hernando Pinilla Malo, consideró que no se puede justificar las acciones delictivas solo por la condición social de algunos actores. Pinilla Malo demandó no calificar las barras como barras bravas, para no darles estatus de agresividad.

Katherine Dupriez, Presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio San Fernando, indicó que cuando hay futbol en el Estadio Pascual Guerrero, se aumenta en los alrededores el consumo de droga, se nota la presencia de delincuentes que se hacen pasar por hinchas, hay proliferación de armas blancas, y temor entre los moradores. Lo grave, sostiene, es que ésta situación repetitiva, devalúa el valor de las viviendas.

Dupriez advierte que cada vez que hay futbol en el Estadio, el problema inicia un día antes con los jóvenes pidiendo plata para la boleta y para la compra de alucinógenos.

Para Jorge Antonio Garzón, Edil de la Comuna 19, el problema es grave para los moradores y propietarios de casas y negocios en los alrededores del Estadio Pascual Guerrero.

Los daños causados por los barristas o por vándalos que asisten al Estadio los pagan los propios dueños de las casas y establecimientos, sostuvo Garzón quien solicitó al Gobierno adoptar medidas que beneficien a la ciudad.  

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