La gigante Vale, dueña de una presa que se reventó el 25 de enero y que causó una tragedia que ya deja 134 muertos y 199 desaparecidos al sudeste de Brasil, anunció este lunes que apelará contra una decisión de la justicia que frena operaciones en varias presas operadas por la compañía.
La decisión, tomada por el Juzgado 22 Civil de Belo Horizonte, tras una acción civil pública movida por la Fiscalía regional de Minas Gerais, ordenó a la empresa abstenerse de lanzar residuos o practicar cualquier actividad que pueda aumentar los riesgos de una catástrofe como la ocurrida en la localidad de Bumadinho, en al menos 8 presas que son operadas por la empresa.
“Vale informa que adoptará las medidas judiciales apropiadas en cuanto a dicha decisión y reitera que todas las medidas de emergencia necesarias para la ayuda de las víctimas y la mitigación de los impactos resultantes de la ruptura de la presa de la mina del Corrijo de Feijão (en Brumadinho) están siendo debidamente adoptadas”, precisó la compañía en un comunicado divulgado este lunes.
En la nota, la compañía minera indicó que tres de las presas que fueron incluidas en la decisión (Horquilla 1, 2 y 3), que habían sido construidas bajo el sistema “montante”, como la presa de la tragedia, ya estaban inoperantes y cubiertas por el plan de desmantelamiento anunciado por la minera el viernes.
Según la Vale, con excepción de la represa de Laranjeiras, las demás estructuras en las que la justicia ordenó frenar operaciones (Menezes II, Capitán del Mato, Dique B y Taquaras) son convencionales y tienen como único propósito el de contención de sedimentos y no la de disposición de residuos mineros.
“Todas las presas están debidamente licenciadas y poseen sus respectivos certificados de estabilidad vigentes. Vale entiende, por lo tanto, que no existe fundamento técnico o evaluación de riesgo que justifique una decisión para suspender la operación de cualquiera de esas represas”, aseguró la compañía en la nota.Efe
