Un curioso pingüino hizo unos cuantos amigos en una vía de Nueva Zelanda, el momento se dio cuando una persona trataba de sacarlo de la carretera para ponerlo a salvo.
A cambio el amigable animal se acercó a un hombre que mientras lo abrevaba fijamente, mientras el señor bromeaba diciendo que era su mascota.
Pero todo no quedó ahí para la sociable ave, pues también caminó hacía el carro de unas señoras un poco más delante, seguramente con el fin de hacer más amigas.