El narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, testigo del Gobierno de EE.UU. en el juicio a Joaquín “el Chapo” Guzmán, detalló los nexos entre el cartel de Sinaloa, liderado por el capo mexicano, y el del Norte del Valle, del que él formó parte.
En su testimonio contó cómo, tras tener problemas para el envío de cocaína “de óptima calidad”, propuso al Chapo en 1993 un cambio de ruta a través del Pacífico en barcos camaroneros.
“Les dije que tenía tanta confianza en ese método que enviaría 10.000 kilos (en el primer cargamento), que saldría de Buenaventura, en el Valle del Cauca” indicó.
Preguntado por la Fiscalía, indicó que los miembros del cártel le dijeron que llevarían la carga al estado mexicano de Guerrero porque allí el Chapo tenía supuestamente contactos con la Policía, antes de transportarla a Sinaloa y de allí a la frontera de Estados Unidos.
Según el testigo, Guzmán aumentó su porcentaje de ganancia del 40 al 45 por ciento alegando el supuesto pago de sobornos a Guillermo González Calderoni, quien en ese entonces tenía a su cargo la oficina en Guadalajara de la dirección general de Seguridad de la Procuraduría General.
Alias “Chupeta” aseguró que el Chapo le dijo que “tendría que hacer arreglos con la Marina, lo que aumentaría los costos”, un aumento que al narcotraficante colombiano entonces no le preocupó porque “ellos ponían el precio a su trabajo”, aunque como “empresario” confiesa que trató de negociar a la baja.
Ramírez declaró que en una sola noche llegó a enviar entre 12 y 14 aviones a México y que entre 1990 y 1993 envió “muchísimas” aeronaves con cocaína desde Colombia.
Contó que uno de sus barcos resultó hundido por culpa de un capitán que lo manejaba bajo los efectos de la cocaína y “veía fantasmas y que lo perseguía la Guardia Costera”.
Tras optar por el empleo de barcos en 1993 y hasta 1998, el cártel del Norte del Valle envió más de 20 embarcaciones con un cargamento de unos 10.000 kilogramos de cocaína cada uno, según su versión.Efe