Durante una audiencia realizada este lunes por el caso de Ana María Castro, la Fiscalía General de la Nación acusó formalmente a Paul Stanly Naranjo Calvo y Julián Ortegón por el delito de feminicidio agravado.
Para realizar esta acusación, la Fiscalía presentó diferentes pruebas con las que se evidenciaría que los hombres habrían empujado a Castro de la camioneta cuando se encontraban en la localidad de Engativá.
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Entre el material recopilado, se encuentra el testimonio del guarda de seguridad de la zona donde vivía Naranjo, quien asegura que escuchó a los hombres hablar del suceso, específicamente referirse a Ana María.
Asimismo, el ente acusador presentó el relato de Daniel Alejandro Vega, quien se movilizaba en la calle 80 con carrera59, y asegura que fue testigo del momento en el que la mujer fue lanzada de la camioneta en la que se movilizaba con los dos hombres.
“Esta acción delictiva es realizada pese a que los imputados tenían la posibilidad de conocer el resultado y el daño que podían provocar con esta acción legal, a tal punto que la víctima cae al pavimento de la vía pública, ocasionándole graves lesiones que posteriormente le ocasionaron la muerte”, señaló la Fiscalía.
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Por último, el fiscal que lleva el caso mencionó que el ente tienen en su poder la grabación de las cámaras de seguridad del bar en el que se encontraban los implicados y la víctima en la noche del 4 y madrugada del 5 de marzo del 2020.
De esta forma, los presuntos responsables del asesinato de Ana María Castro cambian su estatus de sospechosos, a acusados.