El Gobierno saudí aprobó este domingo su presupuesto para 2022 en el que espera registrar su primer superávit desde 2014 impulsado por la producción y el aumento de los precios del crudo tras la crisis por la pandemia del coronavirus.
El déficit de este año de 85.000 millones de riales (22.700 millones de dólares), o el 2,7 % del producto interior bruto (PIB), es el menor desde 2014, según un comunicado del Ministerio de Finanzas, reproducido por la agencia oficial de noticias saudí, SPA.
Recomendamos leer: El Brexit se cronifica un año después de la ruptura
En el presupuesto estatal aprobado por el Consejo de Ministros, presidido por el rey Salman bin Abdelaziz, se espera para 2022 que el gasto sea de 955.000 millones de riales saudíes (254.600 millones de dólares) y unos ingresos estimados de 1,045 billones de riales (278.600 millones de dólares), lo que deja un superávit de 90.000 millones de riales (24.000 millones de dólares), o el 2,5 % del PIB, la primera vez en ocho años.
El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, afirmó que el presupuesto es “una confirmación de los resultados logrados por las reformas económicas y financieras destinadas a promover el crecimiento económico y la sostenibilidad hacia una sociedad vibrante, una economía próspera y una nación ambiciosa”.
Recomendamos leer: Duque espera un aumento del 10,07% del salario mínimo para llegar al millón de pesos
“Si bien esperamos lograr superávit financieros que pueden superar el 2,5 por ciento del PIB en 2022, estos excedentes se utilizarán para aumentar las reservas del Gobierno para contrarrestar las necesidades por la pandemia, fortalecer la posición financiera del reino e impulsar su capacidad para hacer frente a las crisis mundiales”, aseveró el príncipe, según la agencia.
La economía de la potencia árabe petrolera sufrió una profunda recesión el año pasado cuando la crisis del coronavirus afectó a su economía dependiente del crudo, pero los sectores económicos empezaron a recuperarse este año con la relajación de las medidas por la covid-19. EFE