Foto: Archivo referencial
Con cámaras programadas para detectar el uso del teléfono móvil mientras se conduce, el estado australiano de Nueva Gales del Sur será el primer territorio del mundo en utilizar la tecnología contra esta común infracción vial.
“Quiero que el comportamiento (de utilizar el móvil durante la conducción) cambie y quiero que cambie de inmediato. No se trata de ingresos (por las multas), se trata de salvar vidas”, dijo este lunes a los medios Andrew Constance, ministro de Carreteras del estado de Nueva Gales del Sur.
Esta región australiana, la más poblada del país con 7,5 millones de habitantes, será la primera del mundo en utilizar cámaras programadas para detectar el uso del móvil al volante, aseguró Constance.
El ministro regional apuntó que para diciembre unos 45 dispositivos -cada uno compuesto por dos cámaras para fotografiar lo que el conductor hace con sus manos en el interior del vehículo y la placa de matrícula- serán desplegados a lo largo del estado.
Esta tecnología ya ha sido probada con éxito durante seis meses en dos puntos de carreteras, donde detectó a 100.000 conductores con el teléfono en la mano mientras conducían su vehículo.
Los dispositivos están programados para obviar a los conductores que no estén usando el teléfono móvil al volante.
Las fotografías son analizadas por un equipo de la policía para verificar la infracción vial, castigada con multas de hasta 344 dólares australianos (232 dólares estadounidenses o 212 euros).
Expertos en seguridad vial señalan que el frecuente uso de los teléfonos móviles durante la conducción es uno de los factores de riesgo crecientes en los accidentes de tráfico.
Hasta 100 muertes y accidentes graves se podrán evitar gracias a esta tecnología, según la estimación del gobierno de Nueva Gales del Sur, donde durante 2019 murieron 35 personas por accidentes de tráfico. EFE