Miles de personas marcharon el viernes en ciudades de Colombia para protestar contra los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, la más reciente manifestación de violencia en un país que aún no logra silenciar las armas pese al acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las Farc.
Las amenazas y asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos se han convertido en un estigma ante la comunidad internacional para el gobierno del presidente deColombia, Iván Duque, pese a que el mandatario asegura que se han reducido desde que asumió el poder hace casi un año.
La “Marcha por la vida y la defensa de los líderes sociales” comenzó a organizarse hace más de un mes, después de que la dirigente María del Pilar Hurtado fue asesinada a tiros por pistoleros frente a su pequeño hijo en un pueblo del departamento de Córdoba, en el norte del país.
La imagen del niño llorando desconsoladamente por el asesinato de su madre, grabada con un celular, se hizo viral y puso de manifiesto las condiciones de inseguridad de los defensores de derechos humanos en el país sudamericano.
Existe un profundo desacuerdo sobre las cifras de asesinatos. Según estadísticas de la Defensoría del Pueblo, entre enero de 2016 y junio de 2019, al menos 486 líderes sociales y defensores fueron asesinados en Colombia.
Pero la Fiscalía General sostiene que las muertes solo suman 292, mientras que organizaciones como el Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (INDEPAZ) documentan 734 homicidios en el mismo periodo, informa Reuters.
“Que pare el asesinato selectivo y sistemático a líderes sociales, hombres, mujeres, indígenas, afros, campesinos y estudiantes que están defendiendo el derecho a vivir en sus territorios, el derecho a que se respete la biodiversidad, el respeto al acuerdo de paz”, dijo Gloria Cuartas, defensora de derechos humanos e integrante del movimiento Defendamos la Paz.