Al menos 24 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas, fueron asesinadas durante supuestos ataques tribales en una remota zona de Papúa Nueva Guinea, informan este miércoles medios locales.
Los ataques sucedieron este fin de semana en diferentes puntos de la provincia de Hela, región central del país, y fueron vinculados a enfrentamientos entre diferentes poblados, apuntaron las autoridades provinciales y según recoge el diario local Post Courier.
El primer incidente tuvo lugar el sábado con el asesinato de seis personas que regresaban de una ceremonia tradicional cerca de la localidad de Peta.
Al día siguiente, los parientes de los fallecidos buscaron venganza y mataron con armas de fuego “a 18 personas, entre ellas dos mujeres embarazadas y niños” a las afueras de la población de Karida, afirmó el jefe de la Policía de Hela, Teddy Augwi.
Un trabajador social dijo al canal papú EMTV que los cuerpos fueron despedazados, lo que complica la identificación.
El primer ministro papú, James Marape, cuyo electorado se encuentra en Hela, prometió anoche en su cuenta Facebook que usará “toda la fuerza de la ley” contra los asesinos, al citar varias tribus de la región.
Las matanzas tribales son frecuentes en estas empobrecidas zonas montañosas de Papúa, ricas en recursos naturales, aunque el policía de Hela apuntó a la posibilidad de que el suceso se trate de una guerra de pandilla.
En esta nación insular del Pacífico, que se independizó de Australia en 1975 y donde se hablan unas 800 lenguas, la pertenencia al clan o tribu está muy arraigada, especialmente en las zonas montañosas.
Aunque no hay cifras exactas, se calcula que las guerras tribales han causado centenares de muertos y desplazado a miles de personas en las zonas montañosas del país, donde se concentra el grueso de los más de ocho millones de habitantes. EFE