Un golden retriever recibió en una caja de cartón a dos pequeños cachorros, lo que nadie se imaginó fue lo que haría al verlos.
Como es habitual en los caninos, el enorme perro olfateó a los pequeños, y para marcar su territorio los orinó también como muestra de afecto, por supuesto la sorpresiva reacción divirtió a toda la familia que presenciaba la situación.