Un joven iba a llevar a su perro al veterinario para practicarle exámenes de rutina, lo que no pensó fue el comportamiento que tomaría su mascota.
Cuando el canino subió al carro de inmediato se indignó con su amo, tanto así que lo miraba mal y luego lo ignoraba por completo cuando lo llamaba ¡Qué carácter!