Más de 400 familias han huido en las últimas 24 horas de las zonas controladas por el grupo Ejército Jaled bin Walid, vinculado a la organización terrorista Estado Islámico (EI), en el oeste de la provincia meridional de Deraa, ante la ofensiva del Gobierno sirio y de sus aliados, según activistas.
Todavía quedan unos 8.000 civiles atrapados en el área de la cuenca del río Yarmuk, donde se atrincheran los radicales, y se encuentran en “condiciones humanitarias muy difíciles”, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, cuya sede está en Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, indicó que el Gobierno sirio y sus aliados han lanzado más de 32 ataques aéreos sobre esa zona de la región desde esta madrugada.
El Observatorio informó ayer de que al menos 20.000 civiles habían conseguido dejar sus hogares en la zona y huir hacia áreas controladas por el Gobierno de Damasco, que domina más del 91 por ciento de la superficie de la región sureña.Efe
