Un hombre aprovechó un descuido para robarse un carro, y arrolló a los que intentaron detenerlo, entre ellos al dueño del vehículo a quien le partió las dos piernas.
El ladrón finalmente terminó estrellado contra un poste cuadras más adelante. La Policía de Bogotá lo capturó, pero un juez ordenó su libertad.