Centenares de colombianos marcharon por las calles de diversas ciudades del país acompañados de ataúdes, flores y velas para conmemorar el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas.
Los recorridos, que se realizaron con motivo del 70 aniversario del magnicidio del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, llegaron en el caso de Bogotá hasta la Plaza de Toros la Santamaría, donde improvisaron un monumento al político.
Para el homenaje los participantes, entre los que había grupos indígenas, utilizaron rosas rojas, velones de colores, atuendos típicos de comunidades nativas y chicha, una bebida tradicional del país andino hecha a base de maíz.
El 9 de abril de 1948 Gaitán fue asesinado cuando salía de su despacho de abogado en el centro de Bogotá con tres tiros a quemarropa disparados por un hombre llamado Juan Roa Sierra, quien fue linchado posteriormente por una turba enardecida de gaitanistas.
Los saqueos e incendios desatados por el crimen, que se propagaron por el resto del país, dejaron un saldo de al menos 550 muertos en la capital, aunque algunos investigadores sitúan la cifra en más de 2.000.
La asonada entró para la historia de Colombia como “el bogotazo” o “el 9 de abril”.
Durante la marcha, algunos manifestantes se disfrazaron de la parca y portaron guadañas manchadas de sangre, y exhibieron carteles en los que se leía “Política estatal para las víctimas, ley 1448, auto 206 de 2017”.
A estos mensajes les acompañaron mujeres que cargaban ataúdes negros de cartón con cruces blancas y pancartas en las que pedían “no más violencia sexual” o reclamaban “paz y dignidad”.
En Cali, los manifestantes también usaron féretros con fotos de víctimas y rosas para recordar a líderes indígenas y defensores de derechos humanos asesinados.
“Temístocles Camacho, líder social de Buenaventura asesinado el 27 de enero de 2018”, se leía en uno de los ataúdes instalados de manera vertical en una plaza pública de esa ciudad. Efe