El estado de salud del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia continúa siendo “muy grave” tras el “atroz” ataque perpetrado contra ellos con un agente nervioso, indicó la ministra británica de Interior, Amber Rudd.
Esa titular se refirió a la actual condición del exagente, de 66 años, y su hija, de 33, durante una visita realizada a la ciudad de Salisbury (al sur de Inglaterra), localidad en la que ambos fueron hallados el pasado domingo inconscientes en un banco cercano a una zona infantil tras haber sido envenenados.
En una declaración a los medios, Rudd no reveló hoy ningún detalle nuevo sobre la sustancia detectada en el organismo de Skripal y su hija, ni acerca de cómo ésta pudo haber sido administrada o empleada.
“Comprendo la curiosidad de la gente en torno a todas esas cuestiones, y que quieran tener respuestas; y habrá tiempo para conocer esas respuestas”, comentó la ministra en este sentido.
Sin embargo, observó que “la mejor manera de obtenerlas es dando a la policía el espacio que necesita para poder investigar con cuidado, para llevar a cabo su investigación y para asegurarse de que tendrán todo el apoyo que precisan”, reporta Efe.
Por el momento, la ministra aseguró que la “prioridad” del Gobierno será centrarse en este “incidente”: “Por eso estoy hoy en Salisbury, asegurándome de que todo el mundo en torno a lo ocurrido está protegido, y asegurar que los servicios de emergencia han obtenido el apoyo necesario y continúan teniéndolo”.