Al menos 103 afrodescendientes de 33 familias tuvieron que desplazarse para protegerse de los combates de un grupo armado sin identificar con el Ejército en el departamento de Nariño, informó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Los desplazados se vieron obligados a abandonar sus hogares en la vereda (aldea) de Cumaide, en una zona rural del municipio de Barbacoas, donde comenzaron los enfrentamientos el pasado 7 de septiembre, indicó la OCHA en un comunicado.
Los combates iniciaron cuando ese grupo armado respondió con un ataque a la Fuerza Pública que trabaja en la liberación de un hombre secuestrado por esa banda sin identificar.
Entre los desplazados hay 61 menores de edad y un número indeterminado de personas mayores, madres gestantes y lactantes, agregó la información.
Las familias afectadas fueron albergadas en un salón comunitario y en casas de familiares y amigos.
Hasta el momento, no se ha consolidado el censo de desplazados, por lo que el número de familias afectadas podría ser más elevado.
La Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) está a la espera del censo final de afectados para dar inicio a las labores de atención a partir del próximo 15 de septiembre.
La defensora delegada para los Derechos de la Población Desplazada, Ingrid Rusinque, indicó que en lo corrido del año han sido desplazadas en Nariño cerca de 1.986 personas, principalmente afrocolombianos, que representan unas 571 familias.
Para la funcionaria estos hechos son una muestra de que el “departamento de Nariño está pasando por una situación muy difícil en materia de seguridad y de atención humanitaria”.
Además, alertó al Gobierno “a que aquellos compromisos que se establecen en los comités de prevención y de protección se cumplan”.
En Nariño, región en la que está ubicada Tumaco, la localidad con más coca sembrada de Colombia, operaban la guerrilla de las FARC, ahora convertida en partido político, y la del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Tras la desmovilización y desarme de las FARC, un pequeño grupo de esa antigua guerrilla se declaró en disidencia al acuerdo de paz y se mantuvo en armas en Nariño, informa Efe.
Asimismo, grupos armados dedicados al narcotráfico se han disputado el control territorial.