El papa Francisco volvió a pedir a los colombianos que den pasos a diario para construir juntos “la paz en el amor, en la justicia y en la verdad”, durante la audiencia general en el Vaticano, donde aprovechó para recordar su reciente viaje de cinco días a Colombia.
Frente a miles de fieles que asistieron a su habitual audiencia de los miércoles, el Sumo Pontífice dijo que “cada colombiano pueda dar cada día el primer paso hacia su hermano y hermana, y así construir juntos, día a día, la paz en el amor, en la justicia y en la verdad”.
Francisco recordó que el lema de su periplo a Colombia, que le llevó la pasada semana a las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias, “fue ‘Demos el primer paso’ y miraba al proceso de reconciliación que vive hoy Colombia para poder salir de 50 años de conflicto interno”.
Y agregó, “con mi visita he querido bendecir el esfuerzo de ese pueblo, confirmarlo en la fe y en la esperanza, y recibir su testimonio, que es una riqueza para mi ministerio y para toda la Iglesia”.
Confesó haber podido “contemplar los deseos de paz y de vida de tantos niños y jóvenes” y también conversar con los obispos colombianos y los representantes del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Y rememoró la beatificación del obispo de Arauca Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y del sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, conocido como el mártir de Armero, durante una misa celebrada en la ciudad de Villavicencio.
“En la etapa culminante de mi viaje, Villavicencio, hemos oído el conmovedor testimonio de los mártires y hemos visto el cuerpo mutilado del Cristo de Bocayá, esto nos ha recordado que la paz se funda, ante todo, sobre la sangre de testigos del amor, de la verdad, de la justicia y de la fe”, prosiguió.
“En Medellín y Cartagena, el tema ha trascendido a la misión y al servicio, con insignes ejemplos de vocación y de seguimiento de Jesús, que hoy como ayer se entregan a los más pobres y se consagran a la promoción humana integral”, dijo.
Finalmente, el papa elogió de los colombianos que sean “un pueblo alegre, con mucho sufrimiento, pero con alegría” y no tuvo dudas en señalar que “tiene futuro”.