Tanto jóvenes como mayores tienen habilidades y experiencias únicas que pueden aportar valor en cualquier campo laboral, luego lo importante es tener pasión.
El debate presidencial de los Estados Unidos donde dos longevos políticos miden fuerzas por buscar la presidencia nos ha hecho preguntarnos: ¿cual es la edad ideal para hacerse elegir en un cargo público?, pues bien, hay que advertir, los años de vida de un candidato no deberían representar un impedimento o ventaja para cumplir determinado oficio.
Tanto jóvenes como mayores tienen habilidades y experiencias únicas que pueden aportar valor en cualquier campo laboral, luego lo importante es tener pasión, compromiso y voluntad de aprender, de crecer en el trabajo que se desempeña.
Tanto la juventud como la experiencia aportan perspectivas valiosas a la política, sin embargo no cabe duda, a veces ser demasiado joven es inexperiencia y ser demasiado adulto es falta de conexión con nuevas generaciones o resiste los cambios.
Los jóvenes tienen el reto de ser tomados en serio, los adultos afrontan la crítica ante la ausencia de actualización y posturas obsoletas, en fin un desafío que en política resuelve la estrategia; es necesario valorar cualidades y capacidades individuales más allá de la edad.
Está claro, la diversidad de edades enriquece el debate y la toma de decisiones, representa a la sociedad en su conjunto, y así según la legislación de cada país establezca una edad mínima para ser elegido entre 25 o 30 años, lo más importante es la madurez, experiencia y capacidad para servir a la gente de manera efectiva.
Lo paradójico del caso que suscita estas líneas es que ninguno de los dos opcionales para ser presidente en Estados Unidos está joven, y en ese entendido nos preguntamos por la “edad de retiro”, esa que se ha establecido para permitir que las personas mayores descansen y disfruten después de años de trabajo, pasen tiempo con su familia, viajen y se dediquen a actividades menos turbulentas como la política.
No cabe duda, nuestros experimentados políticos están desafiando la idea tradicional de jubilación, optan por involucrarse en nuevas actividades incluso después de alcanzar cierta edad, argumentan que seguir activos beneficia su salud mental y emocional; a los más jóvenes poco les motiva el hecho de participar… ¿debemos acceder a un cambio generacional?.
Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político