La Superintendencia de Salud intervendrá a la Nueva EPS, con más de 10 millones de usuarios.
La Superintendencia de Salud tomó control de la Nueva EPS, la que cuenta con más afiliados en el país, después de la polémica intervención de Sanitas por supuesta insolvencia en la crisis que enfrentan varias empresas del sector.
Así lo confirmó el superintendente de salud, Luis Carlos Leal, en una rueda de prensa donde indicó que es “responsabilidad” de la Supersalud “garantizar que los recursos de la salud lleguen a donde deben llegar y que el derecho fundamental a la salud de las personas se respete”, por lo que intervinieron de nuevo esta EPS a la que acusan de “incumplimiento financiero”.
La Nueva EPS tiene 10,9 millones de usuarios, mientras que Sanitas tiene casi 6 millones de personas afiliadas en Colombia.
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“Es importante nuevamente dejar claro que tanto en el caso de Sanitas como en el de la Nueva EPS la intención y la medida que se adopta es una medida de intervención especial forzosa administrativa para administrar”, detalló Leal, quien no descartó que se puedan llevar a cabo más intervenciones.
“La información y las situaciones evidenciadas en el marco de las funciones de inspección, vigilancia y control realizada por la Superintendencia Nacional de Salud a la EPS Sanitas, permite establecer un incumplimiento reiterado de la ley y concretamente de aquellas normas que rigen el aseguramiento y la prestación de servicios de salud”, señaló la resolución mediante la cual el Superintendente Luis Carlos Leal Angarita ordenó, por un año, la medida de intervención.
No significa, por otro lado, que “se vaya a despedir a ninguna persona que trabaja en las EPS, que se vaya a liquidar ninguna de las EPS ni que se vaya a vulnerar o afectar los contratos con los prestadores de servicios”.
Por su parte, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, volvió a trasladar un mensaje de “tranquilidad” a todos los usuarios de estas entidades y lamentó que hay una situación “estructural y grave” en el sistema de salud colombiano.
“Queremos salvaguardar la salud de los colombianos, no como un negocio, sino como un derecho fundamental”, insistió el ministro.
La intervención, por un periodo de un año, fue anunciada por la Superintendencia de Salud alegando supuesta insolvencia de Sanitas, basada “en el incumplimiento de los requisitos financieros de habilitación y otros factores”, pues sus deudas hasta diciembre sumaban más de dos billones de pesos.
Sin embargo, la intervención en Sanitas “para tomar el control administrativo y corregir algunos de los errores administrativos”, fue criticada por diversos sectores que consideran que se trata de una revancha del Gobierno contra empresas privadas por el hundimiento en el Congreso de su controvertida reforma de la salud.
EFE