El coronel (r) Pinzón reconoció su responsabilidad en 53 casos de falsos positivos y entregó la medalla como un símbolo para “dignificar” a las víctimas.
El coronel retirado del Ejército Jaime Humberto Pinzón Amézquita devolvió este jueves una condecoración durante un acto simbólico realizado en Medellín para “dignificar” a las víctimas de “falsos positivos” y pedir perdón por estos crímenes de guerra.
Pinzón, quien reconoció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) su responsabilidad en al menos 53 asesinatos de civiles, dejó en manos de colectivos de víctimas una medalla otorgada por sus actuaciones militares hace 18 años.
“Hago entrega de esta medalla con el fin de dignificar a sus seres queridos asesinados y de satisfacer la voluntad de ustedes, las víctimas”, expresó el exmilitar, quien en el cierre de su intervención exclamó: “Les pido a todos ustedes perdón”.
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En el acto, que se llevó a cabo en el Museo Casa de la Memoria, donde reposa desde hoy esa condecoración que, según Pinzón, recibió en una “época nefasta” y que se convirtió en “símbolo de ignominia” con el que sus superiores “premiaron el delito”.
Pinzón comandó entre diciembre de 2005 y octubre de 2006 el Batallón de Infantería No. 10 Atanasio Girardot en Medellín, periodo durante el cual, dijo, “se presentaron ahí 53 asesinatos y desapariciones forzadas por hombres bajo mi conducción y mi mando”.
El exmilitar rindió el 2 de junio de 2022 ante la JEP una versión voluntaria en la que se comprometió con las víctimas a devolver la Medalla Servicios Distinguidos en Orden Público que recibió como consecuencia de las “operaciones militares simuladas” por su batallón.
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En su intervención dijo que la entrega de la medalla “significa la materialización del reconocimiento” de su responsabilidad “por los crímenes cometidos en contra de sus familiares, que no eran combatientes ni delincuentes”.
Lamentó que perdieran la vida dentro de un contexto de conflicto interno armado “inexplicable”, en el que miembros del Ejército, “en una época vergonzosa, éramos medidos y calificados por nuestros superiores por los muertos, por los litros de sangre que teníamos que presentar”.
En representación de las víctimas, José Alexander Castro, del colectivo Tejiendo Memorias, recibió el estuche con la condecoración y estrechó la mano del exmilitar, un momento que definió como “un logro de toda esta lucha”.