Por: FREDDY SERRANO DÍAZ
Estratega Político
Para las elecciones regionales de 2023 en Colombia tenemos en la mayoría de los casos a clanes o fraternidades dirigidos por la unanimidad de un líder dictatorial, contra las ideas revolucionarias, a veces inocentes, de desconocidos que quieren menos de lo mismo y más de lo que falta, ¿quien ganará?.
Pues bien, será una elección atípica, de hecho cada una lo es, sin embargo esta vez, “los de siempre”, quieren un reencauche, entienden de la necesidad y el hambre de los que “sí” votan y son consientes de la desavenencia que genera la dirigencia tradicional entre las personas.
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Por su parte están los de las ideas, esos que desde ya tienen un grupo de creativos trabajando en la construcción de contenidos para “romper el tarro de las galletas”, se amparan en hacerlo diferente y sólo lo alegrarán si entienden y valoran el trabajo en equipo, las alianzas y las estructuras para masificar su mensaje cautivador.
Está más que claro, sin plata no hay campaña, ahora bien, el dinero no necesariamente supone acciones ilícitas, simplemente una operación bien monetizada con maximos y mínimos, garantiza la clave en hacer de cada historia un relato distinto,
optimizar la inversión.
El o la de siempre, ya gobernó y entiende el desgaste, sabe que con el paso del tiempo le cuesta más, ha construido un culto al ego en su entorno, tiene experiencia, su grupo de leales y fraternales escuderos es fuerte como una roca, tiene en sus detractores a los que en otra orilla saben sus debilidades y han asumido la dinámica como una guerra sin armas.
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Colombia y sus regiones están ya en una puja de poderes, algo que particularmente esta vez no es de izquierda o derecha, es de condición humana, emociones, investigación y estrategia.
Ganará el que lo haga mejor, no tiene que ser el mejor.