Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Consultor y Estratega Político
Aprender sobre el respeto al tiempo de los demás es algo que muchos políticos tradicionales o no, tienen como tarea.
El manejo del tiempo y el cumplimiento de una agenda no tiene que ver con ideologías y va más allá del desarrollo de múltiples actividades, la dignificación del elector comienza cuando un líder organiza el tiempo de manera que no afecte las ocupaciones y espacios de los demás, cuando habla menos y escucha más.
Un buen político no se hace rogar, no deja esperando, es claro al decir Si ó No, nunca deja en visto y cumple con espacio de calidad más que en cantidad a la hora de atender a la gente.
No cabe duda, todos tenemos derecho a estar ocupados, a tener compromisos, a llegar tarde por tráfico, lluvia o
Imprevistos, pero en la vida pública resulta imperdonable hacer de la espera una burla.
¿Cuantas veces hemos solicitado mejor atención en un despacho público?, ¿cuánto tiempo perdido sin siquiera una buena excusa?, ¿cuantas horas en el humilladero esperando al menos que se nos atienda, ¿Cuanta falta de respeto?, pues bien de eso se trata, de entender que ellos como nosotros tienen vida.
Si eres político, como cualquier ser humano, tienes familia, tienes prioridades y obligaciones, la clave está en dosificar y resolver la dicotomía entre lo urgente y lo importante.
No hacerse esperar, tener espacio para cada situación y en cada lugar, representa parte de la clave del éxito, administrar el tiempo garantiza ser enfático y contundente con los contenidos, no extenderse, comunicar de forma acertiva y evitar ser densos, convencionales, extensos y aburridos.
“Cuando dejas esperando a alguien, cuando lo dejas en visto, cuando no le das dignidad, al menos una buena y amable disculpa esperan de ti, solo tenlo en cuenta por que si tienes tiempo, tienes votos”.