Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Consultor y Estratega Político
14 años después del comienzo en la fractura diplomática que Venezuela vivió con muchos gobiernos, algunos ciudadanos de ese país, incluso que se habían ido antes, han emprendido el retorno, intentando responder: ¿valió la pena?.
Si bien el socialista régimen de Maduro no ha conseguido conectar
con los ausentes, pareciera estar retornando de oscuro a castaño, no es nada prometedor y lejos de hacer juicios intrusos que no corresponden a fuereños, el tema puede ser interesante para los que en desacuerdo con un modelo de gobierno, están pensando en irse.
No es un secreto,
la aparente mejoría venezolana obedece a grandes capitales que circulan localmente por la imposibilidad de ser sacados, la falta de control, la desigualdad en un país cuyos gobernantes millonarios de dudosa procedencia dicen ser igualitarios y la necesidad de mostrar cambios leves ante la falta de legitimidad, en conclusión un régimen que se muestra empatico ante la mirada cómplice de algunos que otrora, dijeron ser opositores.
Más allá de lo expuesto, finalmente muchos, después de años han querido retornar, una de dos: ¿o se cansaron de diambular esperando una solución, ó afuera se puede poner peor de lo que ya vivió su país?.
Vale la pena revisar lo que hoy nosotros vivimos y es cierto: el dólar está casi en cinco mil pesos, la gasolina encarecida representará un alza en todo, la improvisación gubernamental puede llevarnos a cometer muchos errores y la inseguridad se apodera de las calles, aún así, hay quienes creemos que vale la pena quedarse.
Darle una oportunidad a Gustavo Petro, es darle una oportunidad más que a él, a todo un país, ojalá corrija pronto y culmine los nombramientos, algunos muy acertados otros poco responsables, ojalá entienda que una quinta parte del país lo tiene gobernando y que el resto confía en que lo puede hacer bien; ojalá Marbelle no esté como el Puma dentro de veinte años volviendo a Colombia a ofrecer un concierto para los enchufados.
Vale la pena quedarse para comenzar de una vez por todas a entendernos a pesar de las diferencias.
“¿Si todos hablan quien escucha?; ¿si todos se van, con quienes construiremos un nuevo país?; Colombia nos necesita lejos de los extremos de derecha y de izquierda, Petro nos necesita para que aplaudamos o critiquemos cuando sea necesario”.
