Una delegación del Gobierno y otra del “estado mayor central” de disidencias de las antiguas FARC tuvieron una “reunión exploratoria” en el departamento de Caquetá para “valorar la posibilidad de iniciar diálogos en el marco de la paz total”, lo que incluiría un cese el fuego bilateral.
“Comienza un diálogo”, dijo este domingo el presidente , Gustavo Petro, en Twitter, donde compartió una foto en la que se ve a disidentes vestidos de camuflado dialogando con el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y el número dos de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Raúl Rosende.
En un comunicado conjunto, firmado por Rueda, Rosende, cuatro disidentes y un delegado del Gobierno de Noruega, las partes aseguraron que expresan la “disposición y necesidad de que estos diálogos estén ambientados por un cese el fuego bilateral, cuya ejecución deberá ser verificada”.
Los disidentes que se reunieron con el Gobierno se identificaron con los alias de “Calarcá Córdoba”, “Alonso 45”, “Ermes Tovar” y “Érika Castro”.
El comisionado Rueda explicó a los disidentes el concepto de “paz total”, una ambiciosa apuesta del Gobierno de Petro para llevar a la mesa de negociación a los grupos al margen de la ley que todavía operan en el país.
La idea es lograr con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) un acuerdo de paz como el que se alcanzó en su momento con las FARC, y con las bandas criminales y disidencias, llegar a un arreglo jurídico o de sometimiento a la Justicia.
“Un asunto central es la respuesta del Gobierno en la paz total a las demandas ciudadanas sustanciales vinculantes y los derechos que deben ser garantizados para transitar al Estado Social y Ambiental de Derecho”, agregó el comunicado conjunto.
Por su parte, el estado mayor central de las disidencias aseguró que para esos grupos la paz total “significa la erradicación de las causas generadoras del conflicto social y armado” y pidieron que el primer paso sea la declaratoria, “lo antes posible”, de un “cese al fuego bilateral acordado por las partes, evitando así más dolor en la familia colombiana”.
Ante esto, “las partes acordaron firmar un protocolo confidencial para garantizar una reunión de los mandos” del estado mayor central de las disidencias de las FARC, que están repartidos por todo el país.
EFE