El reto de los sanos oponentes

FREDDY SERRANO DÍAZ
FREDDY SERRANO DÍAZ

Por: FREDDY SERRANO DÍAZ

¿Cómo liderar la oposición en Colombia sin un solo Senador electo y con dos Representantes de la Liga en Santander?, ¿cómo liderar la oposición si su discurso impactó muchos electores pero pocos políticos?, ¿cómo ser líder de oposición si la mitad de sus electores en segunda vuelta no corresponde a los que le acompañaron en un principio?, pues bien, esas son algunas de las preguntas que se debe estar haciendo Rodolfo Hernández y los líderes contrarios al pensamiento del presidente electo Gustavo Petro.

De hecho, a estos cuestionamientos se suma el que con seguridad tiene hoy día Petro: -¿quién será el interlocutor de mi contraparte?… -, así las cosas todo protagonista necesita un antagonista y esta re acomodación del país supone, que desde ya se vayan definiendo roles.

Terminó la elección y con el show vienen las acciones, las decisiones, las determinaciones de lado y lado, cuyo contenido no puede compadecerse exclusivamente de los que votaron o no por la vertiente que representa cada extremo.

Está claro, Petro no podrá escoger a su oponente en el legislativo, Rodolfo no tendrá eco en un Congreso al que llamó “parranda de sinvergüenzas”, a Uribe le pasó su momento, y entre los que quedan, que en principio serán pocos y crecerán con los avances del gobierno, tendrán que hacer consenso para encontrar un interlocutor, el cual se abrogue una puja digna contra un gobierno de cambio a cargo de suceder el ocaso de Ivan Duque.

Los medios de comunicación serán fundamentales, la unidad que plantee el nuevo mandatario será determinante, la participación democrática de todos supone ejercicios de reinversión, la independencia de las cortes y los entes de control debe consolidarse, el discurso debe ser más simple y las dinámicas comunicacionales deben acudir a acciones empáticas y efectivas.

Así de simple, nadie puede aseverar que sean tiempos mejores o peores, de hecho Petro tiene el reto de demostrarle a sus oponentes que no es todo lo que dicen de él y los contrarios asumir una postura organizada, disciplinada, sensata, sin egos o vanidades, para garantizar que democráticamente construyamos en menos de cuatro años un mejor país.

A la hora de escoger un líder de oposición deberá ser determinante tener juventud, posturas contrarias al gobierno, sostener vínculos en los cuerpos legislativos, promover propuestas, auspiciar amores y desavenencias, ser coherente y tomar distancia del tradicionalismo para garantizar que se representa renovación distinta a la de los mismos dignatarios de siempre.

“Unidos en las diferencias”, ese es el reto que todos tenemos de respetarnos sobre la base de la otredad, Colombia no es un país de izquierda o derecha, Colombia es un país donde creer en la democracia, en los oponentes, debe valer la pena.