El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llamó este viernes al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a presionar a Kiev para que cese los bombardeos de los pueblos del Donbás y otras “graves violaciones de las normas del derecho humanitario internacional”, según informó el Kremlin.
Según el comunicado oficial, Putin dijo a Michel durante una conversación telefónica que Bruselas podría “influir en las autoridades de Kiev para obligarlas a detener el bombardeo masivo de los asentamientos en Donbás y otras graves violaciones del derecho internacional humanitario”.
Sugerimos: Presidente Duque afirmó que Colombia respalda decisión de la OEA de suspender a Rusia
En cuanto al llamamiento de Michel para mantener un contacto directo con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, Putin reiteró que “esa posibilidad depende, en particular, de los resultados concretos de las negociaciones en curso entre Rusia y Ucrania”.
A la vez, subrayó que la parte ucraniana ha mostrado hasta ahora “inconsistencia” y falta de voluntad para “buscar soluciones mutuamente aceptables”.
Puede visitar: La guerra sigue: Francia envía cañones y misiles antitanque a Ucrania
Putin también dijo a Michel que Rusia “toma a diario” medidas para proteger a la población civil de Ucrania y “abre corredores humanitarios” para evacuar a los habitantes de zonas de combates.
En este sentido, enfatizó que “por motivos humanitarios” fue suspendido el asalto a la planta de Azovstal en Mariúpol, donde se refugian los últimos defensores de la ciudad y todos los militares que depongan las armas “serán tratados de acuerdo con las normas del derecho internacional”.
Le recomendamos: La ONU ve indicios de crímenes de guerra, en Mariúpol denuncian fosas comunes con miles de cadáveres
Según dijo Putin, las autoridades de Kiev no permiten a las fuerzas ucranianas optar por esta opción.
Según la nota del Kremlin, durante la llamada telefónica Putin y Michel abordaron también la situación en Nagorno Karabaj, a raíz de un encuentro a comienzos del mes entre los líderes de Armenia y Azerbaiyán en Bruselas, organizado con mediación del presidente del Consejo Europeo.