Los jefes de las Fiscalías de Colombia y Panamá sostuvieron este martes una reunión en el país centroamericano para evaluar la cooperación contra el crimen organizado y transnacional, tráfico de migrantes, trata de personas y delitos financieros.
El procurador general (fiscal geneal) de Panamá, Javier Caraballo, y el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, evaluaron las estrategias para combatir de tráfico de migrantes, el rápido avance investigativo y la colaboración bilateral, según un comunicado oficial.
“Somos conscientes que tanto en Panamá como en Colombia tenemos los mismos problemas regionales en cuanto a criminalidad, nuestros países enfrentan grupos criminales en común y solo con la ayuda y la interrelación mutua podremos reducir la incidencia”, afirmó Caraballo.
Barbosa señaló “las estadísticas de trabajos conjuntos”, y afirmó que ambas instituciones judiciales quieren “enviarle un mensaje” a la ciudadanía de que son “una sola entidad en términos de persecución a la criminalidad”.
El fiscal colombiano destacó la creación de una “estrategia para la identificación” del tráfico de migrantes, del avance investigativo en tiempo real y la colaboración entre países y entidades, según indicó el Ministerio Público (MP, Fiscalía) panameño en un comunicado.
Esa estrategia permitió un “fortalecimiento” que generó “efectos positivos en la judicialización por el delito de tráfico de migrantes” en Panamá, de acuerdo con la información oficial.
Es así como el año pasado la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada de Panamá inició 61 investigaciones por tráfico de migrantes, con 24 sentencias condenatorias, y en lo que va de este 2022 se han abierto 24 investigaciones por este delito.
El Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, ha sido utilizado durante años por personas procedentes de todas partes del mundo que viajan hacia Estados Unidos, pero en 2021 lo cruzaron más de 130.000 migrantes, una cifra histórica registrada en medio de una crisis migratoria regional.
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Es considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo no solo por las condiciones climáticas de la propia selva sino por la presencia de grupos armados y narcotraficantes en la zona.
Cada año mueren migrantes intentando cruzar la densa selva y muchos de ellos caen en manos de estos grupos criminales.Efe