Siete policías han resultado hoy heridos en Turín durante de una movilización estudiantil, organizada a nivel nacional en protesta por la falta de seguridad en las prácticas laborales realizadas en empresas, tras la muerte de dos jóvenes en menos de un mes.
Los siete agentes fueron heridos en el curso de la manifestación en Turín, que congregó a unos 3.000 estudiantes bajo el lema “No se puede morir en las escuelas”.
Los altercados se produjeron cuando estos jóvenes comenzaron a lanzar pintura contra la sede de la patronal, a la que intentaron acceder.
Al igual que ellos, otros miles de alumnos de educación superior se manifestaron también con el mismo lema en 40 ciudades del país, desde Milán a Nápoles, pasando por Roma, Bolonia o Bari.
La de este viernes ha sido la tercera jornada de movilización nacional, tras las celebradas el 28 de enero y el 4 de febrero.
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El detonante ha sido la muerte en enero de Lorenzo Parelli, el estudiante de 18 años que fue aplastado por una barra de acero durante sus prácticas en una empresa de la provincia de Udine, en Friuli-Venezia Giulia (norte), y de Giuseppe Lenoci esta semana, que con 16 años fue atropellado por una furgoneta también mientras realizaba sus prácticas en Ancona (centro).
Los estudiantes han pedido mayor seguridad, menos precariedad y menos explotación, y también han reclamado la dimisión del ministro de Educación, Patrizio Bianchi, y de la de Interior, Luciana Lamorgese, en este caso por las excesivas cargas policiales en la concentración de Turín de finales de enero.
Este viernes también se vivieron momentos de tensión en Milán, donde los estudiantes se concentraron frente a la sede de la Bolsa y lanzaron bengalas y botes de humo, mientras que en Bolonia se lanzaron objetos y botes de pintura contra las fuerzas del orden y hubo una leve carga policial, aunque sin heridos.