Debido a la falta de recursos que se presenta en el municipio de Piojó, Atlántico, más de 22 niños están recibiendo clases desde un pequeño kiosco de un finca que reúne a estudiantes que cursan desde transición hasta quinto grado.
El regreso a clases para esta comunidad ha representado un amplio desafío, puesto que las jornadas académicas tomaron un giro inesperado luego de que fueran expulsados de la pequeña escuela que se había construido en un lote cercano.
Según el docente de ciencias básicas, Thomás de la Hoz, el terreno había sido donado por colaboradores que buscaban propiciar la educación en el municipio pero cuatro años después la propiedad fue reclamada por sus familiares.
“A raíz que no hubo ningún acuerdo con la administración, nos tocó salir”
Dijo el profesor para una entrevista con Blu Radio.
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El profesor también mencionó que actualmente se encuentran trabajando bajo la modalidad de “escuela nueva”, se trata de una alternativa frente a la pérdida del lote en donde estudiantes de diversos grados se reúnen dentro de un mismo espacio para recibir clases de manera simultánea.
La problemática aumenta debido a que no hay suficiente personal que pueda dictar clases a los niños, pues en este momento, solo hay dos profesores. Uno se encarga de cubrir la educación de niños que están transición hasta segundo grado, mientras el otro, enseña a niños de tercero a quinto grado. De igual forma, estas personas denuncian que no tienen libros ni tableros a su disposición, solo cuentan con un computador.